jueves, 29 de mayo de 2014

Personas bellas


“Las personas bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada”. (Elisabeth Kübler-Ross)
 "Tomemos cada experiencia dolorosa que sea, con alegría. Pensemos en que nos da el material didáctico suficiente para la autorrealización.”(Samuel Weor)





“No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias, quien supera la crisis, se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla”. (Albert Einstein)


Todo el mundo conoce personas a quienes las cosas siempre les han ido rodadas, son guapos, exitosos, mantienen relaciones sentimentales estables, tienen familias perfectas y todo en la vida parece irles a las mil maravillas. Además se esfuerzan en sonreír de forma permanente o en aparentar ser perfectos a los ojos de los demás. A mí de toda la vida de Dios... esta gente me ha parecido poco interesante. Son las típicas personas a las que si alguien le pregunta: “¿qué tal estás?” ellos se esfuerzan en mostrar la mayor parte de su dentadura mientras sonríen y responder que “maravillosamente, todo fantástico” aunque no se corresponda en forma alguna con la realidad. No han profundizado mucho en asuntos importantes debido a que en su vida no se ha dado la oportunidad de plantearse cuestiones más allá de la trivialidad de su día a día de aparente plena felicidad. Me parecen personas planas que aun teniendo mil experiencias que contar debido a sus innumerables viajes, y maravillosas chupi-vidas, la mayor parte de sus historias no te llegan ni a la primera capa superficial de la piel y te quedas igual que si no te las hubieran contado. También suelen ser aquellos a quienes cuando algo nimio les sucede, le dan una importancia desorbitada o se hunden sin parangón ni forma alguna de consolación.

Me considero una persona muy alegre, con un gran optimismo, vitalidad, energía, positividad y fuerza de superación pero también alguien tremendamente profunda que va más allá de lo que a simple vista se percibe y que se plantea preguntas constantemente. Soy consciente del aspecto negativo del mundo y me esfuerzo en cambiarlo en mí misma para verlo en algún grado en el exterior. Para mí la vida no ha sido del todo fácil y de algún modo creo que lo agradezco, porque eso me ha hecho convertirme en la persona que soy en este preciso instante. Siempre he tenido amigas y amigos mayores que yo con los que me sentía más cómoda y comprendida, porque hablaban de temas más interesantes y con los que podía contemplar más visiones sobre las cosas. La mayoría de la gente de mi edad no me llamaba tanto la atención porque no me despertaba cuestiones que animaran mi imaginación o curiosidad, pero aún así he tenido amig@s de todas las edades y condiciones, para mi enriquecimiento personal :)

Los avatares del destino que es caprichoso y que no se rige por ningún motivo o razón lógica, pueden provocar situaciones injustas, por ejemplo, puede hacer que dos bebés similares con las mismas capacidades en potencia, puedan nacer en circunstancias diametralmente opuestas. Hay bebés que nacen en condiciones deplorables económicamente hablando, políticas o emocionales y otros que lo hacen bajo la prosperidad, el cariño permanente y la estabilidad política. Para los primeros, es posible que nunca hayan escuchado un te quiero de boca de sus progenitores o cuidadores sino insultos o vejaciones hacia su persona, vivan en condiciones difíciles y  convulsas, mientras que los segundos, gozarán de una sana autoestima al haber oído a diario el aprecio que sus padres los profesaban y haber medrado en condiciones favorables para su crecimiento. O habrá casos en los que se den una mezcla de condiciones de ambos lados. En cualquier caso, he de recalcar que ninguno de esos bebés tiene la culpa de la situación que les acaece y de que todos, tenemos el derecho implícito de recibir todo el amor y todas las condiciones positivas posibles hacia nuestras personas, más allá de que haya sido el caso o no. Merecemos lo mismo por el mero hecho de existir, de ser y de estar en el mundo. Sin más. El primero tendrá una existencia más complicada, pero puede que sea él quien cuando haya crecido y aceptado su situación desde el amor, tenga una o varias cosas que enseñarnos. Todos merecemos lo mejor en todos los aspectos y en el caso de que las condiciones hayan sido difíciles, nos encontraremos frente a personas únicas y especiales de las que aprender.

Las personas que han sufrido de pequeños o más adelante en la vida, son más comprensivas, empáticas y amables con los demás. Su cariño se muestra honesto cuando perciben el sufrimiento de otra persona e intentan ayudar de cualquier modo posible. Es cierto que su paso por el mundo es más complicado debido a que llevan o llevamos cargas invisibles que  impiden en ocasiones conseguir lo que quieren o que les traban para simplemente encajar en el mundo como personas normales, la mayoría de las veces por los propios fantasmas. Pero también es cierto que viven la vida con otra intensidad, sacándole todo el  jugo posible debido a que saben de primera instancia que las cosas buenas son bendiciones por las cuales se sienten agradecidos, lo que les torna humildes, sencillos y con los pies en la tierra, pues el haber padecido circunstancias adversas aporta una perspectiva diferente de las cosas, además de capacitar con una sensibilidad única que va de la mano no de debilidad, sino de una fortaleza trabajada a capa y espada.

No estoy haciendo apología del sufrimiento, sino dándole la mano y aceptándolo. Es bastante difícil encontrarte a personas que hablen de este tema abiertamente sobre todo en nuestra sociedad hipócrita, pero si a alguien le interesa y desea ahondar en ello, puede leer cualquier libro del psicólogo Carl Jung, de la científica Elisabeth Kübler- Ross, del Dalai Lama o de enseñanzas de Buda.  Es en las crisis de cualquier tipo cuando uno puede sacar todos sus recursos para transformarse y salir de ella y por lo tanto, son una oportunidad de superación y crecimiento. Es curioso que la palabra “crisis” no exista en el idioma chino, sino que se traduce directamente por “oportunidad”, el propio Albert Einstein así lo transmitía como he recalcado al principio ;)

Así que no temáis a las vicisitudes que se presenten por el camino, si es que suceden, porque os ayudarán a sacar lo mejor de vosotros mismos, a limpiar lo que tenía que salir a la luz y a renacer las veces que haga falta para convertiros en la mejor expresión de vosotros mismos.


¡¡Un abrazo gordísimo!!

Beatriz Casaus 2014 ©


(Sin ningún tipo de interés de ningún índole, animo a que se ayude aunque sea formando parte de una ONG, yo colaboro con Acción contra el Hambre, por si acaso aquí os dejo la web por si os apetece haceros socios o simplemente pasaros a verla. http://www.accioncontraelhambre.org/ )

Os dejo con una persona bella...Antonio Vega.
 

miércoles, 21 de mayo de 2014

Dos poemas: Beber para recordar y el ser humano es un ser de costumbres


"The planet does not need more succesful people, the planet desaperately needs more peacemakers, healers, restorers, storytellers and lovers of all kinds." (Dalai Lama)

"The more real you get, the more unreal the world gets." (John Lennon)





Beber para recordar
 
Vino para los demás
agua para mí
los vicios siempre ocultos
son los míos,
vivo desde dentro
el mundo está afuera
y no llego a él,
un pacto entre lujuria y trabajo:
prostituyo mi alma
con cada salario.
Dudas con el vaso de agua,
¿puede más la sorpresa del encuentro
que el mismo encuentro,
puede más mi vaso medio lleno
que el propio agua?
Miles,
cientos de voces que idealizan un trago.
Hay bebidas que curan
bebidas que calman la sed,
poco alcohol cura las heridas ajenas
las otras no se curan
porque no están al descubierto.
Nadie niega una flor delante de nadie
pero sí un abrazo,
nadie bebe para olvidar
sino para recordar lo que es estar alegre.



Beatriz Casaus 2014 ©


El ser humano es un ser de costumbres

Todos los días
el mismo recorrido
con el mismo trayecto
a la misma velocidad
por el mismo camino
para ir al mismo sitio
sentarte en el mismo puesto
saludar a las mismas personas
del mismo modo
hablar de las mismas cosas
con el mismo tono
para hacer lo mismo
a la misma hora
y comer lo mismo
en la misma mesa
con los mismos cubiertos
para seguir haciendo lo mismo
ir a la misma casa
por el mismo recorrido
ponerte la misma ropa
ver lo mismo
escuchar lo mismo
hacer el amor en la misma postura
con la misma persona
dormir del mismo modo
ducharse a la misma hora
con la misma duración
y misma cantidad de agua
colocar las mismas cosas
del mismo modo en el que estaban
celebrar lo mismo
pensar lo mismo
desear lo mismo
que los demás
poner el despertador a la misma hora
y hacer lo mismo que el día anterior
para tener sensación de seguridad y confort.

Para mí,
mi mejor hábito es quererte
no termino de acostumbrarme a él
porque lo hago cada día de forma distinta
y me hace diferente.


Beatriz Casaus 2014 ©




 

sábado, 3 de mayo de 2014

Lejos fuera de ti

"El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega, perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará falta" (Pablo Neruda)
 
A continuación os dejo con un poema de la fabulosa escritora mexicana Rosario Castellanos (1925-1974) y más abajo, con uno mío escrito desde ese espacio vacío desde donde uno se deshace de todo y le da por escribir :)

Autorretrato

Yo soy una señora: tratamiento 
arduo de conseguir, en mi caso, y más útil 
para alternar con los demás que un título 
extendido a mi nombre en cualquier academia. 

Así, pues, luzco mi trofeo y repito: 
yo soy una señora. Gorda o flaca 
según las posiciones de los astros, 
los ciclos glandulares 
y otros fenómenos que no comprendo. 

Rubia, si elijo una peluca rubia. 
O morena, según la alternativa. 
(En realidad, mi pelo encanece, encanece.) 

Soy más o menos fea. Eso depende mucho 
de la mano que aplica el maquillaje. 

Mi apariencia ha cambiado a lo largo del tiempo 
aunque no tanto como dice Weininger 
que cambia la apariencia del genio. Soy mediocre. 

Lo cual, por una parte, me exime de enemigos 
y, por la otra, me da la devoción 
de algún admirador y la amistad 
de esos hombres que hablan por teléfono 
y envían largas cartas de felicitación. 
Que beben lentamente whisky sobre las rocas 
y charlan de política y de literatura. 

Amigas... hmmm... a veces, raras veces 
y en muy pequeñas dosis. 
En general, rehuyo los espejos. 
Me dirían lo de siempre: que me visto muy mal 
y que hago el ridículo 
cuando pretendo coquetear con alguien. 

Soy madre de Gabriel: ya usted sabe, ese niño 
que un día se erigirá en juez inapelable 
y que acaso, además, ejerza de verdugo. 
Mientras tanto lo amo. 

Escribo. Este poema. Y otros. Y otros. 
Hablo desde una cátedra. 
Colaboro en revistas de mi especialidad 
y un día a la semana publico en un periódico. 

Vivo enfrente del Bosque. Pero casi 
nunca vuelvo los ojos para mirarlo. Y nunca 
atravieso la calle que me separa de él 
y paseo y respiro y acaricio 
la corteza rugosa de los árboles. 

Sé que es obligatorio escuchar música 
pero la eludo con frecuencia. Sé 
que es bueno ver pintura 
pero no voy jamás a las exposiciones 
ni al estreno teatral ni al cine-club. 

Prefiero estar aquí, como ahora, leyendo 
y, si apago la luz, pensando un rato 
en musarañas y otros menesteres. 

Sufro más bien por hábito, por herencia, por no 
diferenciarme más de mis congéneres 
que por causas concretas. 

Sería feliz si yo supiera cómo. 
Es decir, si me hubieran enseñado los gestos, 
los parlamentos, las decoraciones. 

En cambio me enseñaron a llorar. Pero el llanto 
es en mí un mecanismo descompuesto 
y no lloro en la cámara mortuoria 
ni en la ocasión sublime ni frente a la catástrofe. 

Lloro cuando se quema el arroz o cuando pierdo 
el último recibo del impuesto predial.

(Rosario Castellanos)



Lejos fuera de ti
 
Es mi piel quien proclama
ser una cadena de tus muslos.
Me consuelo explotando en tus brazos,
qué otra cosa puedo hacer.
Ya no hay nada en mí que sea árido.
Esta égida es lo que soy,
antes que eso
una puerta condenada a estar cerrada.
 
Mi cuerpo ha sido robado de mí,
expuesto a comentarios de mujeres
a miradas y manos de hombres
y  a juicios críticos de mi mente.
Nunca fue mío pero tampoco de otros,
ahora lo sé.
 
En ti ya no hay camino por recorrer
entro y salgo sin medida
sin la culpa que tiene prisa por irse
vuelvo hacia atrás
y comienzo donde termina tu espalda
y allí me puedo perder sin estar confundida,
como estar en casa por un rato.
 
Son mis tobillos los que resisten de pie
por muchas razones
y mis piernas las que sólo saben andar hacia delante
por puro impulso.
Son los sueños, las ilusiones
mi único combustible para ellas.
 
Dos cuerpos unidos,
atados el uno por el otro
no pueden ser destruidos
ni estigmatizados por nadie,
no hay rivalidad en sus diferencias
sólo un gran concierto.
Todos buscan su sitio en sus cuerpos,
pero de una u otra forma
acaban dirigiéndose contra ellos mismos
sin saber que habitan un paréntesis.
 
Si nunca te hubiera conocido
nunca te hubiera tocado, olido, sentido, mirado,
¿¿entiendes??
¡tengo que devolverle este favor al destino!
alrededor de tu cuello establecí mi órbita
sin principio ni fin
por eso
no me ves cuando me acerco,
porque estoy tan lejos
como cuando estoy fuera de ti.
 
Éramos tres,
yo, tú y la vida entre nosotros,
y nosotros nos dedicábamos a leerla juntos.

 
Beatriz Casaus 2014 ©