sábado, 12 de diciembre de 2015

Matrimonio

“El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno”. (Gabriel García Márquez)

“El matrimonio es una gran institución para quien le guste las instituciones” (H. Greele)

“El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso. Si uno de los los hace algún movimiento brusco, la barca se hunde”. (Leon Tolstoi)


Tenía una compañera de instituto para quien su mayor ilusión en esta vida era casarse. Recuerdo cómo nos hablaba de ello de forma monotemática. Era impresionante, la tía nunca se cansaba de hablar de ello... nos daba todo tipo de detalles sobre su vestido de bodas ideal, el tipo de hombre que le llevaría al altar e incluso tenía una imagen bien retratada en su cabeza de cómo sería su enlace perfecto. Era un tema que le fascinaba y que según sus propias palabras, se trataba de “el sueño de su vida”. Hace pocos años se casó y hasta el momento parece que vive en un matrimonio feliz o así se encarga ella de mostrárnoslo a través de su cuenta de Facebook. Y yo que me alegro por ella, pero siempre me pareció un ideal un poco simplista que parece que estuviera ligado a la psique femenina, el hecho de que una mujer se deba sentir realizada por casarse y en última instancia por tener hijos y formar una familia.

El caso es que no sé si es que soy poco femenina, (no me gusta cocinar, de pequeña prefería jugar a los Gi Joe en vez de a las barbys, no me gustan las babyshowers, me pongo nerviosa con las cursiladas que algunas parejas utilizan, incluso me pongo nerviosa ante toda la amalgama de detallitos en los que hay que pensar para las bodas que a la mayoría de mujeres apasiona) pero a mí toda la parafernalia de las bodas y la institución sólida del matrimonio nunca me ha llamado especialmente la atención. Más bien me he llegado a plantear si una vez contraído hará feliz o si uno se acordará de aquel archiconocido refrán que algunos amigos lanzan como en tono de condolencia y con palmadita en la espalda incluido, ese: “Te casaste, la cagaste” que a todos atemoriza. Siempre he cuestionado si el ideal vendido por Disney  del “se casaron y comieron perdices” era real o si es un camino arduo por el que transitar. Puede que sí proporcione felicidad para una gran parte de la población, de hecho es una realidad para muchas parejas que se esfuerzan en mantener su compromiso con el sacrificio de los años, pero parece que el elevado índice de divorcios y separaciones podría demostrar lo contrario en la actualidad.

Como decía antes, cada vez que esa amiga me hablada del tema me provocaba poco menos que controversia e incluso cierta aversión porque de algún modo lo concebía como algo que cortaría mis alas de cierta manera y como una especie de prisión por la que se firmaba un contrato registrado por la Ley. Sobre todo cuando escuchaba frases como: “el matrimonio como proyecto de vida”, ¿es que la vida es un proyecto que se puede planear? o “amar hasta que la muerte nos separe”, ¿pero se puede firmar un sentimiento o la continuidad de ese sentimiento? ¿cómo sé si mañana voy a seguir queriendo a esa persona? personalmente atisbo errores en la concepción, en la base misma del matrimonio. Sé que se me puede tachar de tener miedo al compromiso y en cierto modo puede que sea posible, aunque doy fe de que me involucro a todos los niveles en una relación de pareja, lo que pasa es que lo concibo desde otro prisma más amplio. Como todo en la vida, creo que desde luego el matrimonio debe dar momentos de felicidad, pero el hecho de que por estar casados las parejas se quieran más que las que no lo están y que sea un paso que se deba dar, me parece arcaico.

Luego está el tema de la boda y el tipo de ceremonia por la que se celebra, ya sea religiosa o judicial. Mientras que para muchas parejas es el momento más feliz de sus vidas, yo desde luego tengo la fortuna de tener muchos mejores momentos en la mía. En el caso de que se celebre por alguna religión, lo mínimo es que los cónyuges sean practicantes de la misma, ¿no? en el caso del catolicismo por ejemplo que se trata de un sagrado sacramento, curiosamente muchísimas parejas lo celebran sin haber pisado una iglesia en años o no practicado el cristianismo o el catolicismo en su día a día. Me parece hipócrita y una incongruencia por parte de aquellas parejas que contraen matrimonio por el simple hecho de que sea tradición hacerlo así, o porque “es más bonito por la Iglesia”, o por obligación moral hacia sus padres. Eso es perder el significado espiritual del rito y de todo lo que ello conlleva.

Lo que más me causa tristeza es que conozco y veo a muchas parejas casadas alrededor mío y a veces me pregunto cuántas realmente se aman entre ellas y no están simplemente casados para no estar solos, o por el “qué dirán”. En ocasiones me da la sensación de que no aman realmente a sus parejas o están juntos por un acuerdo tácito entre los dos para guardar apariencias ante sus amigos o familiares, por causas económicas, etc… De hecho puedo afirmar que la mayoría de hombres y mujeres infieles o que han sido infieles que conozco, están casados. 

Yo creo que todos en nuestras vidas tenemos algo en común, algo que todos deseamos. Todos deseamos amar y ser amados. Pero no necesariamente ese amor tiene que ver con el amor de pareja, aunque recalco que cuando lo es, es fantástico. También hay personas que son felices junto a sus mascotas, amigos, familiares o en su propia compañía, sin necesidad de vivir en pareja o bajo el compromiso de un matrimonio. Desde luego que cuando amas a tu pareja y eres correspondido te sientes pleno y sobre todo aprendes muchísimo, pues las relaciones son evolutivas, es decir, hacen crecer y evolucionar como ningún otro camino. El matrimonio bien entendido, como el compromiso del amor que se profesan dos personas es maravilloso, pero todo lo que lo rodea, la parafernalia de la boda y la pantomima que lo circunda es lo que me hace tambalearme hacia el lado de una nueva visión del mismo. Para mí el amor siempre debe ser libre. El amor nunca debe coartar la libertad de existencia del ser amado. El amor debe cuidar, proteger, elevar, ayudar a crecer y desarrollarse en todo ámbito sin caer en apegos físicos o emocionales, aunque un cierto grado de ellos sea lo normal. El cantautor y poeta sudamericano Quetzal Noah así lo define: “No es que quiera estar solo, es que aún no encuentro a nadie que quiere asumir el compromiso de ser libre a mi lado”. Comparto esa visión. Creo que el matrimonio feliz es aquel que dura lo que tenga que durar y en el que los dos individuos crezcan y se amen de forma sana, en cooperación, confianza y mutuo respeto al igual que creo que un amor sano es la base de un matrimonio verdadero, se debe cuidar día a día y se debe ser honesto en todo momento.

No sé si me casaré o no. Sólo sé que yo me caso cada día con mi pareja porque cada día la elijo y cultivamos ese amor. Si algún día decido pasar por la vicaría o el juzgado, lo haré en consonancia con lo que creo pero no podré jurar amor eterno, ni sabré cuánto durará, sólo sé que lo haré desde la parte más noble de mi ser y sin necesidad de firmar un papel, ni de demostrar delante de personas mi amor en público, o de mantener un tipo de vida que esté estipulado como vida matrimonial. Creo en la independencia y en la libertad de todos los seres, el primero de ellos, mi pareja. Si ese matrimonio es durante toda una vida, bienvenido sea, si es durante una década también, pero el tiempo que sea, que sea honesto y verdadero. Para mí el matrimonio o una relación debe ser un estar solo pero en pareja, es decir, no perder nuestra autenticidad, independencia y autonomía, y vivirla junto a la persona con la que elegimos estar, compartiendo con ella también su propia autenticidad, independencia y autonomía y crecer juntos en un amor verdadero y profundo más allá del enamoramiento transitorio, del que por cierto creo que es un error casarse mientras esté en su etapa de apogeo.

A continuación os dejo con un poema mío y con un abrazo inmenso. Gracias por leerme aunque lo que acabéis de leer no lo compartáis. Estoy abierta a opiniones y a comentarios de los que aprender.


Beatriz Casaus 2015 ©


Lengua

He enredado mi vida con tu lengua
y mi piel es un murmullo complicado.
Estoy atada a tu nudo de ombligo.
Atada,
hasta dejar olvidado mi olor en tu agua.
Casarse no es quererse
como regresar no es volver.
Te quiero tanto
como para no casarme contigo,
entiéndelo.
Me asfixio en las caricias
que dan las fronteras.
Me frustra no hablar con tu mente
como lo hago con tu lengua efímera,
aquella que me miente si quiere,
o me envuelve en llamaradas
sobre el mapa de tu cuerpo
para luego masticarme,
tragarme y devorarme,
sin la tregua de un papel 
que no eres tú ni soy yo,
separa.



Beatriz Casaus 2015 ©


domingo, 22 de noviembre de 2015

Un conflicto Serio (el conflicto Sirio)


"Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz, la gente educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para cooperar y ser solidarios unos con otros, ese día estaremos educando para la paz". (Maria Montessori)

"Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen o su religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario". (Nelson Mandela)





Aunque hayamos retomado nuestras vidas y nos hayamos vuelto a preocupar por las mismas banalidades diarias en las que depositamos nuestra atención, (no hay más que mirar las redes sociales que no son más que un espejo de nuestros intereses de comodidad occidental, digo nuestros porque desde luego yo también me incluyo), mi conciencia me obliga a seguir reflexionando y a utilizar este medio para expresar mis preguntas que dejo en el aire y así difundirlas por esas mismas redes sociales, de las que me gustaría hacer hincapié de que se pueden utilizar también para cosas más interesantes que para sólo colgar fotos, sin pretensión de ningún tipo más que la de expresar mi opinión personal que no es ni mucho menos experta.

Sigo conmocionada por los monstruosos ataques que sufrió Paris el pasado 13/11. Tanto es así  que este sentimiento me ha producido perplejidad ante mi propia hipocresía de haber sentido más en mis carnes hacia los ciudadanos parisinos que a los producidos cada día en la devastada Siria, Líbano o Irak... pero echando un ojo a Facebook o Twitter veo que ese mismo sentimiento se ha despertado en los demás, con muestras de banderas francesas y mensajes de apoyo, no ofreciéndoselo sin embargo hacia los miles de inocentes que mueren o están sufriendo las atrocidades de la guerra en Siria ¿es que acaso hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda? ¿por qué he sentido más de cerca el dolor ante estas víctimas? el darme cuenta de ello me ha trastocado y hecho sentir inmensamente culpable, pero la culpabilidad no ayuda, ni lleva a ningún lado, sino que frena en muchos sentidos, por lo que he intentando enfocar mis emociones y averiguar la causa por la que me he podido sentir así y ello me ha llevado irremediablemente a investigar más sobre el conflicto sirio. 

Lo primero de todo, están los Mass-Media, que han llenado toda la programación televisiva con imágenes de sufrimiento y dolor e información del atentado de París ofreciendo testimonios in situ y todo clase de detalles, no siendo así el caso con la información mostrada del conflicto sirio de los que sólo aparecen las típicas imágenes de la bomba derribando el objetivo o dedican pocos segundos en mostrar los daños de los atentados que allí se producen. El caso de los dos últimos atentados suicidas de Beirut, Líbano, producido días después del de París es un ejemplo. ¿Por qué se hace más hincapié en lo que sucede en Occidente que en lo que sucede fuera de nuestras fronteras y por qué aquí se centra en tocar más la fibra sensible?

La respuesta de Francia por los atentados no se hizo esperar y días después del atentado, el presidente francés François Hollande, envió ataques aéreos sobre Siria, según la prensa “sobre el bastión del Estado Islámico”. Y a mi aquí me surge otra pregunta, pero si eran objetivos tan importantes, ¿por qué no los atacaron en los bombardeos anteriores, o es que se dejan previstos para casos de venganza? y también me lleva a otra pregunta, ¿esos bombardeos no causan "daños colaterales" (si es que se puede llamar así a la pérdida de vidas civiles) es decir, quizás hayan podido causar muertes de inocentes en Raqqa que aún estando invadida por ISIS podría albergar algún sirio rezagado, quizás niños en hospitales, ancianos, mujeres, discapacitados o sirios que estén ocultos o no hayan podido escapar, es que acaso "los daños colaterales" de inocentes sirios son menos importantes que las víctimas de París? quizás si no se muestran las imágenes ni se da información sobre ello...

Tanto los ciudadanos de París abatidos, como los sirios, son víctimas reales e inocentes que han pagado de forma absolutamente injusta con sus vidas un conflicto que se ha de solucionar ya. En el caso de los sirios llevan sufriendo la barbarie desde que estalló la guerra civil en 2011. Miles han muerto y millones han abandonado sus casas en busca de seguridad, perdiendo la vida en el intento (imágenes que nunca olvidaremos como la del niño de la playa y otras historias desconocidas que no han sido grabadas por ningún objetivo)  y son admitidos a regañadientes en las fronteras de Occidente. Yo lo único que puedo hacer es rezar por todas las víctimas, sus familias y conocidos, ya sean franceses, sirios o de cualquier nacionalidad y porque se instaure la paz en Oriente Medio de una vez, porque desde que se creó el país en 1916 vive en un estado permanente de incertidumbre, desestabilidad política y guerra atroz y en eso están inmersos y tienen que ver tanto la política exterior de Estados Unidos, como la propia Francia, Inglaterra, demás países de Oriente Medio, el régimen de Bashar Al Assad, la oposición de Al Assad o los extremistas radicales. Es decir un conjunto de actores en juego que comparten responsabilidad que debería ser juzgada y no este ojo por ojo del que sólo se quedarán ciegos los de siempre, los inocentes. 



Beatriz Casaus 2015 ©


domingo, 4 de octubre de 2015

Todo puede pasar


"Y nada tenía de malo, y nada tenía de raro, que se me hubiera roto el corazón de tanto usarlo." (Eduardo Galeano)

"Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos." (Eduardo Galeano)

"Hay personas que nunca se vuelven locas, qué vidas tan horribles deben vivir". (Charles Bukowski)



Todo puede pasar

Cántame con tus susurros
que todo puede pasar.

Has llenado mis labios de luces.
Has endulzado mi aliento
con tus besos
y mis manos,
no entienden tocar otro cuerpo.

El mío ya no es el mismo.
Se ha convertido en tu casa,
a la que no te cansas de visitar.

Has abierto mi mente
para que se cuelen
palabras resucitadas
que murieron en otra historia,
y que han  vuelto volando
con tu pecho alado.

Cada espacio de entre mis átomos
te abraza.
Cada pelo erizado por tus caricias
te rescata.
Cada abismo de entre mis miedos
te teme.
Cada recodo de mi límite físico
es tuyo.

No te cansas de amar,
no sé si sabes hacer otra cosa.
Lo amas todo, lo das todo.
Todo, es la palabra que te pronuncia a ti.

Creo que es porque te
sale la vida a borbotones.
Estás tan loco como cuerdo,
pues sabes que sólo los locos aman de verdad
y eso da cordura.

No logro saciarme de mirar
el mundo a través de tus ojos.
Podría vivir otra vida entera a tu lado,
porque esta se me hace corta para ti.

Tanta vida por delante
y tanto dolor por detrás...

Gracias por regalarme ese "inesperadamente",
y recordarme que todo llega.
Al fin, todo ocurre.


Beatriz Casaus 2015 ©



jueves, 24 de septiembre de 2015

Perfección




Hay personas que te venden el amor como si fueran un comercial. Suelen hablar mucho de la relación en sí en vez de vivirla, describiendo el tipo de relación que quieren. La pintan idílica y a las mil maravillas diciendo todo lo que cualquier persona querría oír. Primero te venden a su persona, y luego te venden sus títulos, logros y bienes materiales por si lo primero no funciona. Te hablan del futuro (cuando hagamos esto, cuando pase esto…) y construyen castillos en el aire para seguir alimentando sus falsas ilusiones. Todo ello es debido a su búsqueda dando palos de ciego por encontrar un amor irreal, como recién sacado de un filtro de pinterest color de rosa, porque desconocen que el amor verdadero tiene múltiples tonalidades.  

La gente así enseguida desaparece al mínimo problema porque buscan una persona perfecta, que sea casi etérea,  para cumplir con sus ideales platónicos. Pero al darse de bruces con la realidad y comprender que los cuentos de hadas no existen, huyen despavoridos en aras de encontrar a otra persona que les reporte ese anhelo idealizado del amor, por lo que su búsqueda se repetirá ad infinitum pues por mucho que busquen no lo encontrarán, porque es como seguir señales de humo. Así que serán enamoradizos porque al no encontrarlo, ese anhelo les llevará al enamoramiento que no al amor. El enamoramiento es superficial, el amor es profundo. 

Permanecerán ensimismados en parecer perfectos pues ellos anhelan también esa perfección en el otro. Parecer o pretender ser perfecto es una ilusión, que además cansa muuucho. Cada uno es como es y punto y quien de verdad se enamore de ti, te querrá aunque no seas apolíneo. El amor no es idealizar a la persona amada. Ese es el grave error. La persona amada es un ser humano igual que nosotros lo somos, que va al baño y que se equivoca al día varias veces y que comete errores. El amor es despertarse con la persona que quieres y que tenga ojeras y legañas en los ojos y que a ti no te importe quitárselas. El amor es que el otro sufra y tú sufras por él. Que comparta contigo sus sombras y miserias y que tú sigas amándole. Que engorde y a que te entren ganas de morderle y hacerle el amor, que le despidan y que te inventes cualquier cosa para sacarle una sonrisa, que esté enfermo y que sólo quieras estar a su lado cuidándole o dándole la mano. Ese es el amor que a mí me importa. No el amor que se proclama a los cuatro vientos para que los dos mil amigos que tengas en las redes sociales puedan verlo. Cuando se hace eso es porque se tiene la necesidad de que los demás lo vean y la única persona que debe verlo y a quien se le tiene que demostrar es a quien se ama, con hechos y actos. No el amor de las fotos de los selfies de las que se farda, ni el amor que sólo dura mientras la otra persona tenga un cuerpo espectacular, vista muy bien, nos colme de regalos o tenga bienes materiales.

El amor de verdad es el que se proclama en bajito y cuando nadie te ve, el que te mueve por dentro sin importar el tiempo que haya pasado, es escuchar al otro cuando está pasando por un mal momento, quererle cuando peor esté porque será cuando más lo necesite y amarle tal cual es, como a un ser igual de imperfecto que tú al que quieres, pase lo que pase. Ese es el amor que sólo la gente que vale la pena conoce y por el que todos los demás sueñan.

Pero desgraciadamente hay personas que están distraídas buscando la perfección y para alcanzarla tendrán que consumir productos, invertir horas en el gimnasio para conseguir un cuerpo diez, comprar ropa y zapatos de marca, los dispositivos más modernos, casas, los coches más lujosos o lo que sea que les haga creer que así la logran.Y mientras tanto, los que se aman de verdad, los que de verdad aceptan que nadie es perfecto, estarán disfrutando de su amor real, verdadero e imperfecto.

¡¡Un besito a tod@s!!



Beatriz Casaus 2015 ©



Perfección

Tuvo todo,
y sin embargo fue incapaz de tener
lo que más ansiaba,
la perfección.

Y mientras la buscaba,
perdió su vida.


Beatriz Casaus 2015 ©






sábado, 5 de septiembre de 2015

Querer queriendo

"Todos tenemos tres vidas: una vida pública, una vida privada y una vida secreta." (Gabriel García Márquez)



Acabábamos de empezar la botella de vino blanco, cuando de repente en un alarde de sinceridad espetó:

-Nunca he sentido - me dijo- lo que siento por ti, eres la persona más importante de mi vida.

En ese instante que dejó de pronunciar esas palabras mis ojos estaban fuera de sus órbitas. No daba crédito ante semejante muestra de sentimientos, parecía que en vez de vino se había tomado “el suero de la verdad”, ¡al fin hablaba de lo que sentía! mientras yo me agarraba bien a la silla para no caerme por mi sorpresa, me invadió una sensación de felicidad que me recorría el cuerpo a la velocidad de la luz. Pensé que momentos como ese no se repetirían mucho, así que aproveché su repentina apertura y le pregunté lo que quería saber desde hacía tiempo, pues no sabía si se iba a volver a dar una oportunidad así en la que él estuviera tan comunicativo.

-¿Más importante que tu coche? - le pregunté en broma mirándole de forma pícara sin desviar mi mirada para comenzar con mi interrogatorio.

-Hombre, es distinto… - mientras contestaba solté una leve carcajada y él captó que me estaba burlando.

-¿Y más importante que tus historias pasadas? – sabía a qué me refería, por eso le inquirí. Cogí un delgado mechón de mi pelo y jugué con él deslizándolo entre mis dedos de forma coqueta, intentando que mi mirada en ese instante fuera esquiva y haciendo como que no me interesaba, pero la realidad es que estaba curiosa por su respuesta aunque aparentara no estarlo.

-¡Desde luego! ¿cómo siquiera preguntas eso?¡si sólo fueron líos estúpidos que sucedieron sin pena ni gloria! en ese momento estaba muy perdido… no significaron absolutamente nada.

-Pero de entre todas esas historias hubo dos chicas que se obsesionaron contigo, ¿de verdad que no les prometiste nada?

-No, lo dejé claro desde el principio. Si ellas querían algo más no fue mi culpa. Cada una inventó una versión distorsionada de la verdad y la fueron  difundiendo, incluso me enteré que una de ellas iba diciendo que había conocido a mis padres... ¡y nada más lejos de la realidad!. Hay que estar mal de la cabeza para ir diciendo algo así si no es cierto. Dejaron de existir para mí, bueno, ya lo hicieron muucho antes de conocerte a ti en realidad.

-Siempre he creído que cualquier mujer que persigue a un hombre de forma obsesiva, se pierde a sí misma- dije sentenciando.

-Totalmente.- Miró hacia el suelo cabizbajo.

-¿¿Y más importante que  lo que fue tu ex??- Oficialmente esa fue la peor pregunta que cualquier persona en su sano juicio puede hacer pero de nuevo saltó mi inseguridad que había dejado de morderse la lengua desde hacía mucho rato, por desgracia. Si me hubiera pensado la pregunta antes de hablar no la habría hecho jamás, pero de nuevo mi boca era mucho más veloz que mi mente

-Fue demasiado tormentoso. A los ojos de los demás éramos la pareja perfecta pero de puertas hacia dentro no era así. Tenía que haberlo dejado mucho antes. – Acercó su silla junto a la mía como intentando dejar atrás todas mis preguntas o quizás su pasado- No me imagino mi vida sin ti- se acercó más y me cogió de la mano con suavidad- nunca he estado con alguien como tú. Me siento feliz contigo- intenté buscar alguna señal que me delatara que sólo me estaba comiendo la oreja, pero sus ojos parecían no mentir.

-¿Aunque no seamos ricos?- me reí de nuevo sin apartar mis ojos de los suyos.

-Yo soy rico a tu lado. No te alejes nunca más de mí, por favor.

Nos fundimos en un abrazo en el que hubiera permanecido para siempre de no ser porque sus frondosos brazos me estaban aplastando y no me dejaban respirar. Entonces fue cuando comprendí que me podía fiar, porque para alguien tan parco en palabras como él, el haber dicho lo que me acababa de decir significaba mucho. Como un ordenador, capté esa información en “Archivos/Guardar cómo” en mi memoria, porque no quería olvidarme nunca de aquellas palabras y no quería tener la necesidad de volver a oírlas. No solía utilizar términos así para hablar y aunque ya me había tranquilizado muchas veces anteriormente respecto a su pasado, tuve la sensación de que ya no hacía falta volver a preguntar más. Así que desde aquel día confié. Y no me he equivocado.



Beatriz Casaus 2015 ©

miércoles, 19 de agosto de 2015

Noches perdidas


 “No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa. Tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre. No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye. “Emito mis alaridos por los techos de este mundo”, dice el poeta. Valora la belleza de las cosas simples. Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridad. Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron, de nuestros “poetas muertos”, te ayudan a caminar por la vida. La sociedad de hoy somos nosotros: los “poetas vivos”. No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas…” (Walt Whitman)

Noches perdidas
 
Lejano el aire de su boca
llano de sierpes
sombras debajo del arte
esperad a ser recogidas.
En un solo día he envejecido
a su lado
gastado mi olor
bendecida por el suyo.
Horas, horas usadas
en las alas del tiempo,
y con él
sólo besos de flores.
Más despacio que lo que dura el orgullo
su argucia, caliente y próxima
es la buena excusa para los débiles
como yo.
Silente en mi pecho
se bebe la copa de vida.
Cómo escapar de un adiós
lleno de historias.
Anhelos envueltos en zozobra
días pálidos,
noches, noches perdidas
buscad ser eternas.
 
Beatriz Casaus 2015 ©
 
 
 

miércoles, 15 de julio de 2015

Introvertida


Soy una persona introvertida y extrovertida a la vez. Puedo sumergirme en la pasión de una conversación que me hace vibrar o no articular palabra y observar los detalles que ocurren a mi alrededor y roban mi atención. Por una parte necesito conversaciones que cubran mis inquietudes y mi necesidad de comunicarme y por otra, me integro en el silencio más profundo en el que tan a gusto me siento. Puedo estar hablando sin cesar o cesar de hablar para simplemente escuchar. En ambos casos me siento cómoda pero mi verdadera esencia es estar callada. Me apasiona relacionarme pero también necesito mi tiempo para estar sola. Soy más de hechos que de que palabras.También prefiero mantener silencio a decir tonterías o a hablar de temas que no me interesan. Soy más de dar soluciones que de quejarme. Mi mundo gira mucho hacia dentro y siento las cosas de forma profunda e intensa, para bien y para mal. Por otro lado, gozo de un sentido bastante acentuado de cercanía con las personas, me fundo en las miradas sin necesidad de decir nada y me doy sin reservas. Yo no veo a las personas sino que las siento. Tengo un interior tan floreciente como el de todos en el que me resguardo la mayoría del tiempo. Me gusta el contacto exterior, me encantan sus formas y me divierto con ellas, pero pertenezco a la dimensión inarticulada en la que todo es posible. A veces me tildan de mística cuando me leen o hablan conmigo y otras de frívola porque sólo ven la punta de un iceberg, el aspecto exterior. Mi secreto es que cuando sonrío con mis labios, también lo hago hacia dentro, como todo lo demás.


Beatriz Casaus 2015 ©


domingo, 12 de julio de 2015

Sentidos



Sentidos

Hablo a mentes que no entienden
y a corazones que no escuchan latidos.
Tan leve el surco de mi rostro
muestra gestos inertes.
Nadie tiene oídos para escuchar
sino para oírse a sí mismos.
Me es difícil tocar sólo los bordes de las personas
y pisar el suelo con los pies calzados.
Mi mente se siente extraña
entre tantos estímulos predecibles.
Llega el alma allá a lo lejos pero no la perciben
queda apretada dentro, esperando,
como una arruga cosida sin saber su procedencia.
El reloj anda confundido en el tiempo, mientras tanto.
Ahora es mañana y ayer quedó ya lejos
marca deprisa cuanto más mayor se es 
o despacio al ser más joven.
Mis cinco sentidos llegan siempre tarde a lo que yo siento
y con ellos
el tiempo es el único que no les da la razón
no sea que los placeres le cieguen.
Hablo a mentes aprisionadas en sus sentidos
que tratan de entender lo que les digo
y lo que les digo ha sido robado antes por sus ciegos ojos
que por sus corazones 
ausentes.


Beatriz Casaus 2015 ©


miércoles, 1 de abril de 2015

La transformación


"Aquello que para la oruga es el fin de mundo, para el resto del mundo se llama mariposa" Lao-Tse

Desde los albores de la humanidad el ser humano se ha preguntado acerca de la muerte y sobre la existencia o no después de ella. Las religiones han sido las únicas que se han atrevido a dar respuestas acerca de este misterio a lo largo de la historia. Me gustaría aclarar antes de continuar que lo que aquí escribo es sólo información basada en teorías y mi opinión personal sobre el tema que es completamente discutible. Mi propósito no es dar por válida la parte de la controversia que muestro sino emplear la información que he conseguido para ofrecer una respuesta posible, aunque no sea la única.

En realidad el tema de la muerte es un verdadero tabú en Occidente,  a todo el mundo le desconcierta y nadie sabe nada, por no saber ni siquiera nos atrevemos a hablar sobre ello. No se nos enseña desde pequeños ningún conocimiento en las escuelas y a medida que vamos creciendo adquirimos una sensación de temor y de ocultación acerca del tema que la sociedad se encarga de remarcar. Es cierto que la muerte está ligada con el dolor de la pérdida pero sin embargo hay lugares en el mundo en el que se celebra, e incluso existen todo tipo de rituales donde colabora la comunidad junto con la familia y se habla acerca de ello abiertamente y sin pena, sin estar ligada a una connotación negativa. Entonces, ¿por qué ese miedo o ese desconocimiento sobre el tema en Occidente? ¿no será que la muerte trae consigo grandes aprendizajes que no conviene que se sepan?

Últimamente he vivido un acontecimiento que me ha hecho plantearme cosas que sumado al accidente aéreo de hace unos días me han impulsado a que me ponga a escribir sobre el tema. Tengo la firme certeza de que todo hecho traumático trae consigo de la mano un aprendizaje, o varios, y que todo lo que pasa no es que más que una oportunidad para ser más consciente, aunque al principio la noticia se haga desoladora. El accidente de avión me ha tocado bastante debido a que yo hice ese mismo trayecto varias veces cuando vivía en Barcelona… por eso, y aparte del pesar y sentimiento de tristeza por las víctimas y mi cariño hacia los familiares me planteo la pregunta: ¿puedo aprender algo sobre ello?

Se me vienen a la cabeza varias respuestas, la primera de todas, es que en realidad esta vida es un suspiro, la esperanza de vida aquí en España es de 82.5 años. Eso comparado con los miles de millones de años de las galaxias o del propio sistema solar o de la misma tierra, es absolutamente nada. Con esto no me refiero a que sea insignificante la vida de un ser humano, todo lo contrario, aunque sea minúscula en comparación de años es inmensa en valor, por ello si nuestro paso por este mundo es tan breve, deberíamos hacer que cada minuto e instante que pasemos en él cuente, que valga la pena. 

Otra respuesta es que todo cambia. A veces de forma rápida y en un abrir y cerrar de ojos, por lo tanto no deberíamos aferrarnos a nada que sea transitorio sino a lo verdaderamente importante. Con ello llego a la conclusión de que el amor y la coherencia con uno mismo es lo más importante. ¿Estoy utilizando mi vida de manera correcta?¿estoy siendo feliz? ¿doy y recibo amor? ¿estoy haciendo lo que realmente siento y quiero? pues en última instancia todos los moribundos se plantean estas cuestiones. Por último, (aunque vosotros podéis continuar sacando vuestras propias respuestas y conclusiones), entiendo que la vida es un regalo que hay aprovechar, disfrutar sin hacer daño consciente a nadie y un aprendizaje que nos hace ser mejores aunque cueste verlo en un principio.

Todos en algún momento nos hemos hecho conjeturas sobre el tema, hasta la persona con los pies más arraigados sobre la tierra habrá pensado al menos alguna vez en ello. Varias personas se han arriesgado a investigar y a escribir sobre el tema. En el S.XIX el pedagogo francés Allan Kardek quien era un escéptico sobre la vida después de la experiencia física, cambió radicalmente su visión y escribió varios libros. En los 70 Raymond Moody volvió a abrir el debate con el libro “Vida después de la Vida” en el que se retrataban casos verídicos de personas que volvían a la vida después de haber sido diagnosticadas como clínicamente muertas. Fue el primero en utilizar el término “Experiencia cercana a la muerte”. También hay trabajos de investigación publicados en revistas de investigación que afirman que la muerte no existe sino que es un tránsito hacia otro tipo de existencia menos limitada. El cardiólogo y científico holandés Pim Van Pommel habla de una consciencia más allá de la vida, o la científica Elisabeth Kübler Ross escribió varios artículos y libros sobre sus estudios con enfermos terminales dejando un gran legado sobre el asunto. En nuestro país también hay casos de personas que lo han investigado, como el doctor en ciencias químicas y oncólogo del Hospital de Valencia Vincent Guillem quien ha escrito y da conferencias sobre el tema o el licenciado en Medicina y cirugía por la Universidad de Murcia, Juan José López, por citar algunos. Es decir, se ha escrito e investigado en abundancia pero la ciencia sigue ridiculizando estas teorías o no dándolas la relevancia que tienen, como tantas otras cosas que plantean nuevos paradigmas que quizás no convengan.

La muerte es la mayor lección de la vida, por eso yo creo que se nos enseña a temerla y a no aprender sobre ella, pues cuando la miras de frente te enseña a vivir y a nosotros desde pequeños se nos enseña a sobrevivir. Enseña a aprovechar cada momento y a dar lo mejor de nosotros mismos porque es lo único que va a reconfortar cuando te vayas. Lo único que importa es el amor, tal y como cantaban los Beatles con su "all you need  is love" pues eso según mi creencia es lo único que te llevarás al otro lado, no la casa, el coche, ni absolutamente nada material. La muerte cambia a las personas a mejor porque hace convertirte en un mejor ser humano si vives la vida como merece ser vivida. Según mi punto de vista la vida se trata de evolucionar para desarrollar la capacidad de amar y la muerte no es más que un tránsito hacia una existencia completamente distinta de un espíritu inmortal. Seamos conscientes de ella, no la tengamos miedo pero sobre todo ¡VIVAMOS!. Dejemos de pasar tiempo perdido en redes sociales, demos abrazos y besos reales en vez de enviarlos por whatsapp, pasemos tiempo de calidad con nuestros seres queridos o con cualquier ser humano y aprovechemos cada minuto para amar, aprender y convertirnos en la mejor expresión de uno mismo.



Beatriz Casaus 2015 ©


sábado, 10 de enero de 2015

Invencible (La película)

 “Me gustan las personas que tienen que luchar por obtener algo, los que teniéndolo todo en contra salen adelante. Esta es la gente que me fascina. La gente fuerte”. (Isabel Allende)

Invictus
Más allá de la noche que me cubre,
negra como el abismo insondable,
doy gracias al dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido ni llorado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza sangra, pero está erguida.
Más allá de este lugar de ira y llantos
donde yace el horror de la sombra,
la amenaza de los años
me halla, y me hallará sin temor.
No importa cuán estrecho sea el camino,
ni cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.


(W.Ernest Henley)

El otro día tuve la ocasión de ver esta película. Tenía muchas ganas de verla desde que vi el tráiler, luego indagando descubrí que era el segundo largometraje de Angelina Jolie y de que los hermanos Coen firmaban el guión de la cinta, así que mis ganas por verla iban en aumento. Esta mujer camaleónica, quien dirige y produce la película, se sumerge en proyectos muy dignos que además de a su faceta solidaria, le aportan a su persona un interés cada vez mayor para mí. El actor principal está fantástico e invencible también en su actuación, en la que además sufre grandes cambios físicos, por lo que se merece todos los premios a los que esté nominado. Jack O´Conell ha sido todo un descubrimiento.

En cuanto a mi opinión personal sobre la película, debo decir que me gustó mucho aunque se me hizo duro y quizás un poco lento asistir al sufrimiento físico y mental del protagonista quien pasa de ser un exitoso atleta olímpico a superviviente de un accidente de avión, a naufragar 47 días en una barca en el pacífico o a ser un prisionero de guerra durante tres años. Contemplar lo que un hombre es capaz de padecer, resistir, soportar, aguantar y así hasta la extenuación fue lo más duro de ver, pues su sufrimiento está retratado de forma muy realista y verlo en pantalla de cine es incluso más duro, a mí en particular me impacta y conmueve enormemente, pero sin embargo eso fue lo que me aportó un mayor aprendizaje sobre la fortaleza del ser humano ante cualquier situación por difícil y extrema que sea y una absoluta admiración hacia el protagonista real, Louis Zamperini, pues Invencible narra una historia real de supervivencia estoica.  

Contiene bellos y esperanzadores mensajes como la fortaleza, que he citado antes, el creer en uno mismo (al comienzo de la película el protagonista no lo hace y es su hermano quien se lo recuerda) la actitud mental y sobre todo, toda una lección sobre el perdón.

Os recomiendo verla, no os dejará indeferentes :) ah! y ya estoy impaciente contando los días para el estreno de "la Teoría del Todo"... ¡besos y abrazos!

Beatriz Casaus 2015 ©





sábado, 3 de enero de 2015

Escombros y un poema corto

"Mi doctrina es: Vive de tal modo que llegues a desear vivir otra vez, éste es tu deber, ¡porque revivirás de todas formas". (Nietzsche) 


"Apercibiéndome de que existo en este mundo, estoy convencido de que, en una forma u otra, existiré siempre; y a pesar de todos los inconvenientes que conlleva la vida humana, no pondré reparos a una nueva edición de la mía, esperando, sin embargo, que las erratas de la última puedan ser corregidas". (Benjamin Franklin)




Escombros

Dejaste las ruinas a un lado
y yo entré a limpiar los escombros.
Todo se vino abajo,
porque los ladrillos no eran de buen material.
No eran muchos pero no te dejaban ver el cielo,
ese que ahora es azul.
Te persigue tu pasado, o eso crees tú,  
pues resulta que todos llevamos uno pegado
como nuestra sombra al cuerpo,
así que no eres el único que se ha equivocado.
¿Funciona acaso coleccionar derrotas ajenas?
me gustaría preguntar a aquellos
que sólo ven los fallos de los demás.

Escribo para dejar precedente
que lo que pasó no fue más que un error
tergiversado por retorcidas versiones.
Pero los errores llevan con ellos
una carga positiva y otra negativa.
La buena es que si aprendes de ellos
no se volverán a repetir.
La mala, es que los llevas marcados en el rostro
para que los demás te los recuerden una y otra vez
y yo suficiente tengo con olvidar mi pasado
como para recordar otros…

He venido hasta aquí para pensarte un ratito
y así mientras te pienso,
me olvido que quizás has dejado de ser ese alguien
que se cuela dentro de uno
como se cuela
el viento dentro de un suspiro
y enciende un huracán.

Mientras ellos siguen recordando tus miserias,
nosotros estamos impacientes por vernos,
como dos adolescentes
desesperados por quitarse la ropa.

Que se caigan las órbitas de las galaxias si quieren,
que yo seguiré orbitando alrededor de tu piel,
no puedo dejarla ni aunque el tiempo esté en contra mía
o aunque tus errores te persigan,
porque ambos sabemos lo que son.


Beatriz Casaus 2015 ©



Estoy perdiendo el tiempo

Estoy perdiendo el tiempo
si paso cada segundo,
de cada minuto,
de cada hora de mi día,
de las semanas que hacen meses
y que forman todos los años
de mi vida,
sin ti.



Beatriz Casaus 2015 ©