viernes, 14 de julio de 2017

Honestidad


“Ser honesto puede que no te de muchos amigos, pero te dará los amigos adecuados” (John Lennon)

“Estoy enfermo de escuchar a ignorantes, miopes, hipócritas e intolerantes; lo que quiero es la verdad” (John Lennon)

“Nada me detendrá y a pesar de que no esté aquí, siempre tendré los mismos pensamientos y diré lo que siento” (John Lennon)

“Sé tú e intenta ser feliz. Pero, ante todo, sé tú” (Charles Chaplin)

"Sé tú mismo, los demás puestos están ocupados" (Oscar Wilde)




Esto que ves soy yo


Esto que ves soy yo,
un jardín con ganas de ser montaña,
fíjate en este rostro que nunca he visto,
acarícialo con tu mirada
para que mis icebergs que flotan a la deriva,
vuelvan.

Ya no soy un felpudo donde limpiarse,
cada recodo de mi cuerpo está en orden
aunque parezca tierra recién arada,
este es el hogar desde donde paseo
y a donde vuelvo cuando estoy confundida.

Sin envoltura me desgasto hasta romperme.
Lo que ves es lo que tengo.
Gustaré solo a la gente apropiada,
con la que puedo ser yo,
los demás son días que pasan de largo.

Toca mis manos huecas,
todo lo que hay en ellas
te lo puedes llevar.
Mira mis dedos, son autónomos unos de otros
solo la palma los sujeta,
como el amor bien entendido.
Te ofrezco todo lo que soy
en este río que compartimos.

Esto que ves soy yo,
dócil llovizna,
puedes ahogarte en mi sonrisa
o desbordarte con ella.
Mis hojas no han llegado a las ramas
y ya esperan a caer,
la fiel contradicción
de abrirme y cerrarme
como una flor según el momento del día.

Soy espejo,
todo lo que ves en mí es lo que proyectas.
Mi reflejo eres tú.
No permitas que los prejuicios
se entrometan entre tú y yo,
no llegaré hasta tus ojos nunca
hasta que seas transparente.

Mi sueño es convertirme en universo,
es tan auténtico que solo sabe expandirse,
pero el necio se rinde ante su propia verdad.
En este teatro donde todos llevan máscaras
los honestos son los ciegos.

En mi boca sólo se inundan las promesas.
Mis párpados bailan con la inercia
de ser solo una persona.

No tienes que adivinarme.


Beatriz Casaus 2017 ©





domingo, 9 de julio de 2017

Cuarenta y nueve escalones

"We are led to believe a lie, when we see not through the Eye" (William Blake)


"(...)Estoy habitada por un grito.
De noche aletea
buscando, con sus garras, algo para amar (...)"

(Extracto del poema "Olmo" de Sylvia Plath)



Cuarenta y nueve escalones


Terribles voces se bifurcan en mi camino
como en un consuelo por encontrar
sentido a todo el dolor que viví.
A veces el mar se apodera de mí
y pretende ahogarme pero es entonces
cuando renazco y vuelvo a olvidar.
No confío en los milagros
ni el designio de las alucinaciones
para abrir la conciencia.
Confío en la vida que tantas veces me ha abrazado.
Aunque ni yo misma lo crea,
debo ser importante para este
acontecimiento universal también.
Me aterra pensar que no hay árboles que florezcan.
Pero antes deben caer sus hojas como lo hacen,
en silencio y sin que nadie se dé cuenta,
de forma sigilosa y casi accidental
para configurarse sobre una dignidad perdida.
Cuarenta y nueve escalones que unen
el cielo con la tierra.
Mi tierra natal con mi domicilio actual.
En un aparente caos azaroso se puede brillar
y conceder a la luz el lugar que le corresponde.
Antes era mañana
y caminar descalza hoy es toda una proeza.
No volveré a repetir las palabras malditas
si una ínfima parte de lo que el amor es,
me encuentra y me lleva.
Me inclino sobre la balanza
que tiende a descender sobre uno de sus brazos
de forma aleatoria.
Nunca entendí por qué un gran corazón no pesa más.
Sufrí la velocidad de la violencia silenciosa.
Hundida hasta la raíz,
mis gritos no se oían en otras paredes.
Toca pronunciar muchas palabras
hasta no decir nada para llegar lejos.
Lo oculto ve la luz y nos miramos
como si nunca antes nos hubiéramos visto.
Soy nueva cada día y por fin te veo.


Beatriz Casaus 2017 ©