Mi música
Ellos necesitan ir hacia fuera,
yo necesito ir hacia dentro,
aquí encuentro mi música.
El silencio sugiere un abrazo que ahoga.
Hay una melodía en mí que nadie más puede escuchar.
Mi corazón no entiende de lealtad a medias,
sólo a razonamientos ignorantes de su sentir.
Con la misma suave brisa que escucho el mar, me escucho a
mí.
Me brinda la misma paz.
Ellos necesitan caminar, yo necesito estar quieta.
Buscar la mano que me ha devuelto la vida.
Beber de sus muñecas el único sentido que aprecio,
las líneas difusas que presentan una ilusión remota.
Aquella que se aleja cada vez que pretendo alcanzarla,
como el escurridizo horizonte.
El horizonte es un amante de manual que tiene miedo a algo
más.
Yo creo que soy capaz de amar desde el reinicio.
No importa cuánto haya sufrido, amo siendo nueva.
El mar me espera callado, expectante en sus aguas. Esperando.
Entumecido.
Ellos necesitan mirar, yo necesito sólo cerrar los ojos.
El destino juega conmigo y yo sin conocer las reglas de su
juego.
Sólo conozco un camino y son tus muslos.
En ellos me siento a ver pasar este naufragio.
Creía que todo estaba seguro
y lo único seguro es que no hay nada seguro.
Las únicas letras que sigo ya han desaparecido, despacio.
No importa que dure un instante,
lo que he vivido es más grande que cualquier vida sin ese
instante.
Ellos necesitan reservar su vida y yo necesito saber de ti.
Eso es lo único que yo necesito.
Beatriz Casaus 2018 ©