Táctica y estrategia
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
Mario Benedetti
Silencio
Guardo silencio.
Se ha ejecutado un genocidio
de mí.
Mal herida,
intento recobrar el aliento
mientras sigo tendida en el suelo.
La tristeza domina
el campo de batalla
y me ha arrebatado
la vitalidad,
haciéndose victoriosa.
Tan sólo un pálpito helado:
me percato que he sobrevivido
otra vez a la contienda.
Sólo queda el silencio
cuando ya no queda nadie.
Una casa de madera
por el desazón del viento
se ha caído
y quizás también caeré yo.
Mis aliados,
habían inscrito
en las paredes de la casa
"aquello no podía durar"
como si esas deliciosas palabras,
brindaran consuelo.
El silencio,
el que existe en medio de la respiración
Se ha ejecutado un genocidio
de mí.
Mal herida,
intento recobrar el aliento
mientras sigo tendida en el suelo.
La tristeza domina
el campo de batalla
y me ha arrebatado
la vitalidad,
haciéndose victoriosa.
Tan sólo un pálpito helado:
me percato que he sobrevivido
otra vez a la contienda.
Sólo queda el silencio
cuando ya no queda nadie.
Una casa de madera
por el desazón del viento
se ha caído
y quizás también caeré yo.
Mis aliados,
habían inscrito
en las paredes de la casa
"aquello no podía durar"
como si esas deliciosas palabras,
brindaran consuelo.
El silencio,
el que existe en medio de la respiración
que sube y baja,
y entre los pensamientos
que vienen y van,
mantiene mi esperanza
mantiene mi esperanza
en que esta emoción
tal como ha venido,
sin ser invitada,
se vaya.
Qué extraña congoja
saber que he sobrevivido
y no entender por qué.
Como una esfera
resbalándose
constantemente
de entre mis dedos
se marcharon mis provisiones.
Las agoté luchando,
y ahora sólo noto
el corazón helado
sin que haya llegado el frío.
Esperaré,harapienta y agotada
al rescate,
mientras conservo un propósito aún:
hacer del
dolor
algo
bello.
Beatriz Casaus 2012 ©
Beatriz Casaus 2012 ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario