Hoy que es un día
como ayer
Hoy que es un día como ayer
nos amamos.
El suelo de mi otro yo
resbala.
Ese otro yo que antes
se deslizaba sigiloso
burlón incluso
presentándose sólo
ante los afortunados
que reían sin razón.
Mis pulmones están colmados de vida
mi respiración lo delata:
felicidad en cada inhalación
gratitud y dicha con cada exhalación.
Salgo de mí sin salir
de estas puertas abiertas
donde no hay espacio dentro
del ciego modo de vivir a oscuras
y sólo la verdad purifica las aguas
del mar donde yo vivo.
Ayer que fue un día como hoy
nos amamos.
Cuando dices que me quieres,
se escapa un mientras tanto.
No sé si conozco el amor
o si me he convertido en él.
Cada día es un día más de amor
un día de más amor.
La felicidad que a
veces sirve de consuelo
y a veces es cómplice de la gloria
en este amor breve
que dura una vida.
Ayer y hoy que son ahora
nos amamos.
Vuelves, cada día
descalzo
caminando entre sueños despertamos
en la fortuna de saber que ayer,
hoy y ahora
son siempre contigo.
No sé si es deseo o es compañía,
pero has estado en todas mis noches.
Beatriz Casaus 2017 ©
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