Supongo que las personas que escribimos nos valemos de la creatividad y la inspiración para crear. En ocasiones utilizamos nuestros propios testimonios para poder superar heridas o como recurso para escribir, pero en otras muchas, la mayoría de las veces, escribimos para contar historias, aunque no sean autobiográficas y en algunas ocasiones difundir mensajes a través de ellas.
Ese es mi caso. Me gusta utilizar la imaginación para crear, soy poco metódica y en este caso en particular con este poema, pretendo además lanzar al aire una sugerencia, ¿y si elimináramos los juicios sobre las personas? aunque sea sobre un tema tan controvertido como es la infidelidad, pero se puede extrapolar sobre cualquier otro. No he tratado de escribir una apología, no estoy a favor ni en contra, mi única intención es reflejar los sentimientos de alguien a quien le sucede, sin juzgarle. Ver a través de sus ojos y sentir lo que siente. Ese ha sido mi ejercicio con este poema.
Espero que la disfrutéis y sobre todo, que seáis muy felices :)
Una noche
No es casualidad
que la primera vez que te miré
fuera una noche fría de primavera.
Llena de flores de ocaso,
y ramos de sentimientos.
reclinada desde su escondite,
tratando de desnudarnos con su luz,
prístina, como tú,
envuelta en jardinesde ruidos.
El cáliz de tu piel me alumbraba
como alumbra un faro en un mar de penumbrasobre una dulce melodía,
a media voz entre un océano
de fuego y caricias.
La fiebre en tus abrazos diáfanos,
y el amor,
que brotaba de dos pechos libres.
Durante esa noche,
fui la única estrella de tu firmamento
que no durmió.
Dejamos al destino una próxima casualidad
pero impaciente yo, le tenté,
te busqué entre brumas de recuerdos,
de labios inundados de besos
y no te vi.
Hice acopio de todas mis fuerzas
e intenté alzar el rostro
hacia una nueva tormenta.
Caminé descalza de esperanza
por el árido suelo del tránsito
al olvido.
como si me hubieras visto ayer.
Pero no era ayer, era tarde.
Ya había olvidado tus palabras lejanas
y vuelto a la tranquilidad de un amor,
que me amaba todas las noches.
como si hubiéramos pactado en la otra vida
ese encuentro.
Nos convertimos en un binomio
desproporcionado.
Me hablaste de esas cosas que se pactan
cuando se está enamorado
y luego nadie cumple.
Amar no puede ser un pecado
aunque sea a varias personas a la vez.
Los amantes son animales noctámbulos
que viven el eterno secreto de su amor
en la oscuridad de sus remordimientos.
que la última vez que te miré
fuera una mañana fría de primavera
dulce, pero gélida,
como las lágrimas del rocío.
Cuando te creí ya te habías ido,
esta vez tan lejos,
que nunca volví de ti.
Beatriz Casaus 2018 ©
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