sábado, 17 de diciembre de 2011

Siempre quedara el mar


La casa estaba fria. La calefaccion no funcionaba y los pies y las manos se me habian quedado helados. Decidi empujarme a mi misma para salir a pasear por la playa. Me mude a esa pequeña y vieja casa por lo bien ubicada que estaba al lado del mar. El agua de aquel oceano me recordaba a sus ojos. Necesitaba hablar con mi marido y el bullicio de la ciudad me lo impedia.

Tenia los ojos de un verde intenso, mas verdes incluso que una vasta pradera en primavera. Su mirada era limpida y cristalina como la de un rio y tan ingenua y reveladora como la de un nino. Cada vez que hablaba, arqueaba las cejas hacia arriba. Adoraba ese gesto suyo tan particular, intente imitarlo muchas veces, pero nunca me salia igual. Sus ojos envolvian las conversaciones y hacian veraz cualquier opinion que daba porque no podias creer que te mintieran. Le apode "Ojos de jade" y yo vivia enamorada de ellos desde la primera vez que los vi. Me encapriche de el y cuando quiero algo, remuevo cielo y tierra si hace falta para conseguirlo.

Por aquel entonces yo era actriz. No podia ser otra cosa. Era actriz desde que me levantaba por la mañanahasta que me acostaba por la noche. Era actriz en el baño cuando me duchaba, con mis amigos y por supuesto, con mis parejas. Lo vivia todo con una intensidad arrolladora y todo me afectaba mucho. Demasiado. Por eso tomaba ansioliticos, a veces mezclados con alcohol y muchos cigarrillos.

Tuve que dejar mi pais para poder ser actriz. En España me pesaba demasiado la opinion de mi padre que me habia repetido tantas veces desde pequeña que yo no valia para eso y mantuve esa creencia durante años. A miles de km de distancia de mi familia, ese peso desaparecia y podia ser quien yo quisiera. Me sentia liviana y capaz de darme la oportunidad de hacer lo que realmente me gustaba, aunque no fuera buena. Cuando estaba en el teatro era libre. Era el unico momento en el que me sentia mas yo. 

Por aquel entonces fumaba mucho y siempre estaba rodeada de hombres que me adulaban para meterme en la cama, pero yo era lista y me aprovechaba para que me invitaran a copas. Me sentia como Rita Hayworth, quien decia que se iban a la cama con Gilda y que se despertaban con ella. Durante años jugue ese rol y se me daba de maravilla. Pero fue entonces, del modo mas absurdo, cuandollego el con su mirada y me hizo ver el mundo a traves de sus ojos. Deje de lado lo superficial, las fiestas a las que tanto estaba acostumbrada, a trasnochar o a el fisico de mis acompanantes. Empece a tomar conciencia de la importancia de las cosas pequeñas, de la sencillez de estar rodeada de personas a las que quieres y de tener contacto con la naturaleza. Sin embargo, no puedo decir que estar con el fuera facil, me resulto incluso, tremendamente dificil. Yo era una aventurera, incapaz de comprometerme a fondo con nada ni con nadie. Podia ser la mejor amiga de un hombre, pero cuando se convirtia en mi pareja, asomaba mi parte oscura y todos mis miedos e inseguridades salian a la luz. Ademas no soportaba la rutina y mi cuerpo se resistia a estar con el mismo hombre durante años. Sin embargo,me repeti a mi misma que las cosas que mas me gustaban en el mundo eran dos: el teatro y sus ojos. Todo lo demas me parecia secundario.

Pasear por la playa me dejaba axhausta. Solia sentarme en una terraza al lado del mar para tomar un trago de vez en cuando.Una chica joven que estaba sentada en la mesa contigua a la mia empezo a charlar conmigo, me pregunto donde estaba mi familia, mi marido. Enfurecida, le dije que mi marido estaba en el mar. La chica se callo y tardo unos instantes en replicarme pero yo me arranque y le dije: "Cuando vine aqui, luchaba contra la idea de que mi marido no estuviera mas conmigo y ahora, no puedo dejar de hablar con el. Vendi todas mis posesiones y volvi aqui. Mi madre solia decir que las cosas no eran importantes, que solo la salud lo era, asi que por primera vez la hice caso".

La chica que resultaba tener la edad que yo tenia cuando me case, me pregunto con una timida sonrisa si mi marido era pescador.

Yo la mire desafiante, me levante y antes de marcharme le dije: "No es nada facil saber perder".

La chica incredula, se dirigio a mi por ultima vez: "¿Habla con un fantasma?"

La mire y tratando de dar una leccion de elegancia a lo Humphrey Bogart le conteste: "Todos tenemos fantasmas, en mi caso viajan conmigo y ahora si me permite, me retiro a hablar con el".

Encontrar a mi marido fue lo mejor que me paso y ahora que ya no estaba me produjo, por contradictorio que pudiese parecer, el principio de una forma de reconducir de nuevo mi vida. En todo aprendizaje hay algo que dejar atras.

Comence a caminar a orillas del mar y a hablar con el, sonriente, mientras me encendia un cigarrillo.

Beatriz Casaus 2011 ©


(Inspirado en la cancion "Ojos verdes" versionada por Concha Buika).


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