viernes, 4 de julio de 2014

Tiempo es vida e Invisible


"El único deber que uno tiene, es el de divertirse terriblemente" (Oscar Wilde)


"Me llaman el presidente más pobre, pero yo no me siento pobre. Pobres son las personas que sólo trabajan para poder mantener un estilo de vida ostentoso y que siempre quieren más" (José Mújica, acutal presidente de Uruguay)



Tiempo es vida
 

El tiempo no es dinero,
el tiempo es vida.

No se puede comprar el tiempo,
ni los momentos.

El tiempo es el espacio
donde se desarrolla la vida.

Nadie quiere perder el tiempo

porque lo que verdaderamente  está perdiendo
es la vida.

Si no, pregúntale a un moribundo si quiere más tiempo...

ya sabes la respuesta.

 

Beatriz Casaus 2014 ©



 
Invisible

La mujer más bonita que he conocido, se llamaba Margarita. Mi abuela.

Era una mujer dulce, risueña, muy inteligente y bella. Se esforzaba en pasar desapercibida y huía del éxito, de las masas, de ser conocida.

Podría haber sido una mujer muy famosa porque tenía talento para muchas cosas y un sinfín de cualidades que la hacían especial, sin embargo fue invisible.

Te apetecía pasar tiempo con ella porque siempre tenía algo interesante que contar. Era como un libro abierto, muy interesante y también muy divertida.

 Era tan bella que no te querías perder ni un gesto cuando se expresaba y tenía un magnetismo increíble, como un imán hacia su persona que hacía que todos los hombres se enamoraran de ella.

Gozaba de gran compasión y trataba a todo el mundo por igual, siempre fue amable con todos. Sólo las injusticias la sacaban de sus casillas, entonces era temperamental.

Lloraba con cualquier acto contra cualquier ser vivo y tendía la mano a todo aquel que lo necesitara, le pidiera ayuda o no.

No salió en las revistas, no fue directora de una empresa multimillonaria, ni fue una estrella.

Nadie habló de ella, no sólo porque trató de pasar desapercibida, sino porque nadie la conoció realmente más que su gente cercana, como era su voluntad.

Lo que se admira en esta sociedad no son las cualidades que ella proclamaba siendo como era.

Se admira la competitividad, el poder, el éxito, la gente sin escrúpulos, la codicia, el tener más, el pensar en uno mismo, el ser reconocido y vanagloriado.

Pero sé, o más bien tengo la firme convicción, de que donde está ahora están más orgullosos de ella que de cualquier otra persona reconocida como exitosa aquí.

Eso allí no importa.

Era un ángel en la tierra, y los ángeles cuando se van,

vuelven a casa.


Beatriz Casaus 2014 ©



 
 

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