domingo, 28 de septiembre de 2014

El maestro Machado y tres poemas cortos



Caminante no hay camino

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse,
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...

Nunca perseguí la gloria.

Caminante son tus huellas,
el camino, y nada más.
Caminante no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás,
se va la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar,
"Caminante no hay camino
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso.

(Antonio Machado)

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Héroes

Los héroes de hoy en día

son valientes y humildes,

tienen la magnánima labor

de salvarse a sí mismos

antes que a los demás,

y eso, no nos engañemos,

es lo más importante

para poder salvar a otros.

Siempre ha habido gente

que ha dicho la verdad,

antes eran quemados, fusilados…

hoy en día, son ridiculizados.


Esos son mis heróes.

 
Beatriz Casaus 2014 ©



Desgarro


¡Tiempo sé mi aliado,

ayúdame a olvidar!

que pase rápido todo…

Aunque no crea en ti

creo en este desgarro

que sólo tú puedes calmar,

y aunque nunca lleve reloj

porque siga mi propio tic tac,

dile a mi corazón

por favor que se calme,

y que me deje en paz.


Beatriz Casaus 2014 ©

 

Ser

No me apetece más ser

si para ser,

que es el primer verbo

le siguen todos los demás.

 
Beatriz Casaus 2014 ©
 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Sólo sé que sólo sé vivir con ganas



No es el amor quien muere

No es el amor quien muere,
somos nosotros mismos.

Inocencia primera
Abolida en deseo,
Olvido de sí mismo en otro olvido,
Ramas entrelazadas,
¿Por qué vivir si desaparecéis un día?

Sólo vive quien mira
Siempre ante sí los ojos de su aurora,
Sólo vive quien besa
Aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.

Fantasmas de la pena,
A lo lejos, los otros,
Los que ese amor perdieron,
Como un recuerdo en sueños,
Recorriendo las tumbas
Otro vacío estrechan.

Por allá van y gimen,
Muertos en pie, vidas tras de la piedra,
Golpeando la impotencia,
Arañando la sombra
Con inútil ternura.
No, no es el amor quien muere.

Luis Cernuda


Sólo sé que sólo sé vivir con ganas


No sé vivir si no es con el desconcierto

de ponerse a querer

sin saber si te quieren igual.

Que me quiten la sangre si hace falta,

que me despojen de todo

porque no tengo nada.

Si esto no es ser normal,

que los anormales me adopten en su dicha.

En esta locura que es la vida

los locos somos los únicos seres racionales

que no pensamos con la cabeza,

y eso es de sentido común.

Si pudiera dividirme,

me convertiría en varios amantes

para tener muchos corazones

porque con uno no me basta.

No recuerdo haber nacido ni recordaré haber muerto

pero lo que sí recordaré es lo que no he vivido,

por eso y por todos los besos que aún me quedan,

se merece vivir con ganas.

Que busquen lo que quieran

pero quien tiene que buscar el amor,

de amar no sabe nada.

El único futuro que conozco

es el que no está escrito,

el de tus ojos,

ese es el único por el que me interesa soñar.

¿Qué razón hay en una risa, en un abrazo,

en un llanto, en un cantar sin intención?

¿Qué razón hay en vivir sin vivir?

Mi triunfo es seguir viviendo

y que pasen los años

y que no se vayan las ganas.


Beatriz Casaus 2014 ©



Poemas cortos sobre poesía:

I

Yo no escribo poesía

la poesía viene a mí.

II

Soy amante de las palabras,

juntas, solas, compuestas o separadas,

por eso las escribo y me enamoro de ellas.

III

La poesía es la teoría en la libertad de expresión

y la práctrica del vuelo del alma.

IV

Soy tan libre tan libre

que no puedo estar sola si no es con poesía.

V

Todo lo que leo me hace mejor.

VI

Un día sin haber escrito al menos una poesía,

es un día perdido.


VII

Soy fiel a mis ideas e infiel a los libros,

cada día amanezco con uno distinto.
 
VIII

Sólo hay dos tipos de días:

los días en los que escribo

y los días que me inspiran

para escribir.


Beatriz Casaus 2014 ©

jueves, 11 de septiembre de 2014

Una sonrisa no se puede robar

"Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa" (Gabriel García Márquez)

"La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre" (Ernest Hemingway)

"Alegría y amor son las alas para las grandes promesas" (Johann W. Goethe)



Una sonrisa no se puede robar

Una sonrisa no se puede robar

nace y desde que brota no tiene dueño,

tal como viene se va.

Es lo único original que nos queda

a los ingenuos,

lo más verdadero que posee un adulto,

la magia desnuda

en un rostro apagado.

Es el cáliz de fuego que calienta el cambio

a cualquier circunstancia mejor.

El lenguaje de los ricos de corazón

quienes las reparten

porque les sobra mucho amor.

Es la chispa que enciende

la llama en el otro,

la herramienta de paz de aquello

que fuimos.

No descuides ni una sola,

pues detrás de cada una hay un mensaje

que será interpretado

según quién la reciba.

Déjala volar libre con sus alas de gozo,

meciéndose de persona en persona

sin necesidad de ser correspondida.

Altruista se desprende de los labios,

sosteniéndose sobre las altas mejillas

en una alegre ceremonia.

Cuando más reconforta,

es cuando llega sin ser llamada.

Siempre acude sin importar su forma,

pues no es su forma

si no es su intención,

lo que la define.

Nunca se olvida de recordarnos

que todos somos razón de alguna.


Beatriz Casaus 2014 ©