"La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre" (Ernest Hemingway)
"Alegría y amor son las alas para las grandes promesas" (Johann W. Goethe)
Una sonrisa no se puede robar
Una sonrisa no se puede robar
nace y desde que brota no tiene dueño,
tal como viene se va.
Es lo único original que nos queda
a los ingenuos,
lo más verdadero que posee un adulto,
la magia desnuda
en un rostro apagado.
Es el cáliz de fuego que calienta el cambio
a cualquier circunstancia mejor.
El lenguaje de los ricos de corazón
quienes las reparten
porque les sobra mucho amor.
Es la chispa que enciende
la llama en el otro,
la herramienta de paz de aquello
que fuimos.
No descuides ni una sola,
pues detrás de cada una hay un mensaje
que será interpretado
según quién la reciba.
Déjala volar libre con sus alas de gozo,
meciéndose de persona en persona
sin necesidad de ser correspondida.
Altruista se desprende de los labios,
sosteniéndose sobre las altas mejillas
en una alegre ceremonia.
Cuando más reconforta,
es cuando llega sin ser llamada.
Siempre acude sin importar su forma,
pues no es su forma
si no es su intención,
lo que la define.
Nunca se olvida de recordarnos
que todos somos razón de alguna.
Beatriz Casaus 2014 ©
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