viernes, 5 de febrero de 2016

Un poquito de montaña y dos poemas

"Nos enseñaron desde niños cómo se forma un cuerpo, sus órganos, sus huesos, sus funciones, sus sitios, pero nunca supimos de qué estaba hecha el alma". (Mario Benedetti)


Últimamente he estado escapándome a la montaña con mi chico, disfrutando de la naturaleza y empapándome de sus espectaculares vistas y eso como veréis, ha quedado reflejado en estos poemas... Os dejo con unas imágenes de allí arriba donde la paz lo inunda todo (las fotos no son tomadas por mí, sino sacadas de una página de montañismo profesional) ¡ojalá os inunde aunque sea un poquito de esa paz al mirarlas! :) ¡Que disfrutéis todo lo que podáis!






Aires de Desconcierto


Silban voces de revolución,
cataratas de silencios aúllan,
lagos que se esconden de las ciudades
como se esconde la felicidad de los egocéntricos.
Llegad como llegan las montañas con su cima
hacia el trono del cielo,
o tan lejos como llegan los unicornios
cuando recorren el arco iris en busca de una tierra sin mácula.
Son pocos los que razonan en estos tiempos de cólera,
en estos aires de desconcierto,
mientras los mansos iluminan las cruzadas
que los corazones han emprendido.
Velad por los que aún nos preguntamos cosas,
por los que frenados por las arenas movedizas del miedo
ordenamos a nuestras piernas que sigan adelante.
Muy pocos son incomprendidos
porque sólo los incomprendidos se desnudan,
y por eso acaban siempre ensangrentados.
A ellos el sudor les llega como la miel del viento.
Acariciad el contraste con la luz y
devolved las alas a los que nos hemos caído.
Alentarnos con la gloria de un abrazo 
aunque sea a destiempo
o con el cálido rumor para anidar mis vértebras vacías.
Ilustre es este ahora porque no se volverá a repetir,
no volveré a estar aquí
ni nunca más volveré a ser como soy en este momento
así como el trascurso del río
nunca es el mismo aunque parezca la misma agua.
Bebed de ella y encontraréis la dicha de perseguir un consuelo.
El consuelo de pisar tierra firme desde las alturas
para aquellos que sufren de vértigo.


Beatriz Casaus 2016 ©



Ascensión


Tuve dos rutas principales de ascensión.
Quise subir por la cara fácil
y perderme sin brújula en uno de esos besos tuyos,
pero sólo me dejaste llegar
hasta la zona opaca de tu mirada.

Allí establecí mi campamento base,
desde donde me enamoré de la cara oculta de tu luna.
Así que no me puedo imaginar
lo que será ver el sol salir solemne,
a través de tus ojos

y encumbrar la cima de tu piel.



Beatriz Casaus 2016 ©




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