martes, 11 de octubre de 2011

Stay hungry, stay foolish

Una breve historia del autor OSHO sacada de su libro: “Coraje, la alegría de vivir peligrosamente” dice así:
“Un hombre que caminaba por la noche se resbaló de una roca. Creyendo que podía caerse miles de metros porque sabía que había un profundo valle, se agarró a una rama que colgaba encima de la roca. Lo único que podía ver por la noche es que estaba en un abismo sin fondo. Gritó, un eco respondió a su grito. No había nadie que lo escuchara. Podrás imaginarte la noche de tortura que pasó este hombre. La muerte estaba al acecho a cada momento, sus manos se estaban enfriando, perdía la sujeción, y cuando empezó a salir el sol, miró hacia abajo asombrado y se rió. No había ningún abismo. Diez centímetros más abajo había una roca. Podía haber descansado toda la noche, podría haber dormido bien pues la roca era bastante grande. Sin embargo había pasado una pesadilla de noche. A través de mi experiencia te puedo asegurar que el miedo no tiene más de 10 centímetros. Pero todo depende de ti: puedes agarrarte a una rama y convertir tu vida en una pesadilla, o soltar la rama y valerte por ti mismo. No hay nada que temer”.

El miedo es aquella sensación que nos paraliza en muchas ocasiones de nuestra vida. Mediante esta sensación nos creamos excusas para no hacer lo que realmente queremos y así vivir de forma segura y no arriesgarnos. Nos permite seguir manteniendo el tipo de vida fácil de la que tanto nos quejamos y la consecuencia directa de ello es que no evolucionamos ni crezcamos. Es una energía baja que genera en el individuo un estado en el que no nos sentimos capaces y en el que nos vemos poco valiosos tanto para amar, como para trabajar en lo que nos guste, o en última instancia, para vivir como realmente anhelamos. Nos hace seres vulnerables y manejables, marionetas para una sociedad basada en el miedo ya que, como bien saben los que mueven los hilos, mediante el miedo se nos puede manipular. Olvidamos nuestro verdadero potencial y por ello conviene saber que para vencer el miedo sólo hace falta lo contrario, el amor. El amor que encontramos cuando nos escuchamos en silencio y conectamos con nuestro corazón. Haciendo caso a nuestra intuición, que es la que nos susurra lo que queremos hacer tal y como apuntó Steve Jobs en su memorable discurso en la Universidad de Stanford en 2005: “Tened el valor de seguir vuestro corazón e intuición, porque de alguna manera ya sabéis lo que realmente queréis llegar a ser. Todo lo demás es secundario.”
Yo personalmente intento combatir mis miedos enfrentándome directamente a ellos.  Cuando algo me da miedo lo hago hasta que se me vaya, e incluso lo hago miles de veces (aunque parezca incluso masoquismo) para restarle importancia. Por ejemplo, en 2009 viajaba en un vuelo a Londres y pasamos por unas turbulencias bastante malas, recuerdo que lo pasé muy mal, iba con una amiga y ni siquiera podía hablar. Desde entonces desarrollé una animadversión a volar cuando a mí desde pequeña siempre me había encantado. Así que desde entonces me propuse quitármelo y para conseguirlo, utilicé el avión como medio de transporte en cualquier ocasión que tuviera que viajar (si mi economía me  lo permitía claro), y puedo decir que aniquilé esa sensación completamente y que ahora disfruto muchísimo cuando viajo en avión porque siento como si de algún modo me metiera en una máquina del tiempo que me lleva a un lugar diferente del que procedo. Además lo de verlo todo desde la altura proporciona otra perspectiva de las cosas y el hecho de sobrepasar las nubes, me parece el mayor placer del mundo.

La mayoría de las veces nuestros miedos no son reales, son proyecciones negativas de la mente que nosotros nos imaginamos y que nos hacen vivir un auténtico calvario, tal y como le pasaba al protagonista de la historia de OSHO. Vivamos plenamente ofreciéndonos de corazón a nuestros seres queridos sin miedo a ser dañados y haciendo lo que realmente nos hace felices, porque cuando hacemos eso, se abren todas las puertas. Paulo Coelho en su archiconocido libro de "El Alquimista" así lo dice: “No te entregues a tus miedos, si lo haces, no podrás hablar con tu corazón”. y no hay nada que nos haga sentir más fuertes y poderosos que escuchar nuestra voz interior, nuestro corazón. Como decía Steve Jobs: “You´ve got to find what you love” y para eso hay que romper las barreras mentales que nos paran y arrojarse a la aventura de vivir ¡con OPTIMISMO!.

A continuación dejo el discurso de Jobs, os pido que lo veáis porque es 100 % motivador y revelador. Descansa en paz :) ¡Besitos a todos y feliz día libre mañana!

Beatriz Casaus 2011 ©

2 comentarios:

  1. Me ha encantado el cuento de Osho :) Hay un libro muy interesante del filósofo Jose Antonio Marina que se llama "Anatomía del miedo", que habla de sus implicaciones. Es verdad lo que dices que el corazón siempre es valiente y que si nos dejamos llevar por el miedo, ahogamos al corazón y nuestro propio coraje. Lo peor es cuando se unen miedo+inercias /hábitos. Ahhh!!!! ;-)

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  2. ¡Menudo cóctel molotov!¿te imaginas un mundo sin miedo?eso sí que es el paraíso...

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