“Nacen para estudiar,
estudian para trabajar, trabajan para morir. Estaban muertos desde un principio”.
(Gonzalo Arango)
“Conocimiento es
aprender algo cada día, sabiduría es desapegarte de algo cada día.” (Proverbio zen)
Mi visión del futuro que Walt Whitman describió a la perfección:
Surgirá un nuevo orden
y sus hombres serán
los sacerdotes del hombre,
y cada hombre será
su propio sacerdote.
y sus hombres serán
los sacerdotes del hombre,
y cada hombre será
su propio sacerdote.
(Walt Whitman)
Dejar ir
Existe un refrán que dice: “Vivimos como si fuésemos a morir y morimos como si nunca hubiésemos vivido”. Si somos lo suficientemente curiosos y lo analizamos, llegaremos a un diálogo interior en el que uno se pregunta a sí mismo qué es realmente la vida para poder vivirla como se merece. Cuando hacemos esta pregunta, se presentan delante de nosotros irremediablemente una gran cantidad de interrogantes que si llegamos a pensarlos en profundidad, nos podrían hacer cambiar drásticamente la forma como vivimos o al menos como intentaremos vivirla. En general todos queremos progresar, lograr satisfacer nuestras necesidades, adquirir más bienes que nos den lujos y placeres o dar lo mejor a nuestras familias, (en el caso de que se tengan). Una gran pregunta entonces llega a mi mente que oí en algún sitio que ahora no recuerdo, ¿no será que nos aferramos a las cosas sin darnos cuenta de que las cosas, o al menos las mejores cosas de la vida, no son cosas? Y entonces me surge otra pregunta ¿cómo vivir sin aferrarnos a las cosas de este mundo?
Nos han enseñado a vivir nuestra vida teniendo control. Estamos inmersos en un constante forcejeo, tratando de buscar cosas o de alcanzar metas, en ocasiones muy altas, con el estrés que todo ello conlleva… ante esta situación se nos presentan dos problemas: uno, puede ser que no alcancemos lo que queremos, lo que producirá una falta de autoestima o todo tipo de problemas psicológicos, o dos, que alcancemos esas cosas y después de obtenerlas nos demos cuenta que no nos hacen tan feliz como creíamos que nos iban a hacer. Entonces continuaremos buscando nuevas cosas para que suplan esa ansiada felicidad y cuando las alcancemos, buscaremos más cosas nuevas porque las anteriores tampoco las satisfacían. El problema que aquí radica es que estamos buscando afuera lo que creemos que nos va a hacer feliz cuando la felicidad está ya dentro. Lo que hay que hacer es conectar con nuestra parte interna que es donde está esa felicidad o regocijo, y allí hallaremos paz, que una vez descubierta, la extenderemos y compartiremos fuera.
En mi vida he pasado por momentos en los que las cosas que quería se derrumbaron, como pudo ser una relación sentimental y en la actualidad sin ir más lejos y por razones ajenas a mi voluntad, estoy en búsqueda activa de trabajo. Sin embargo, estos hechos se han convertido en mis maestros porque me han hecho ver en dónde estaba yo apegada psicológicamente a las cosas de este mundo. Qué es lo que no me estaba permitiendo reconocer mi verdadera esencia. Cuando he dejado a un lado todo lo que yo estaba buscando fuera de mí, dos cosas comenzaron a suceder: primero, que he empezado a experimentar una paz un poco más profunda porque empiezo a tener una relación más directa e interna con mi fuero interno, con mi ser, (que es el que todos compartimos), y segundo, me ha dado cuenta que la razón de mi vida no es estar adquiriendo nada, sino que mi vida es para que yo pueda servir al prójimo a través de cualquier talento o lo que sea que yo pueda ofrecer. Nada más y así de sencillo, porque no creo que haya nada que pueda hacerme más feliz.
Hay que dejar ir, desapegarse. Aunque esto no sea fácil en un principio, una vez se consigue es liberador. Cuando dejas ir estás dejando a un lado todo lo que tú crees que sabes o todo lo que tú crees que necesitas para dejar espacio a conocer quién eres realmente. Cuando descubres que eres algo mucho más grande o poderoso de lo que hayas podido imaginar y que no tiene nada que ver con lo que has estado buscando toda la vida, tus viejos esquemas se derrumban y se comienza desde cero. Aprender a dejar el control a un lado y empezar a confiar en la parte interna de ti, que es todo lo opuesto a lo que se nos ha enseñado, es el comienzo del cambio. No estoy haciendo apología de ninguna religión en particular, sino más bien apelo a esa esencia ilimitada que mora dentro de cada uno en vez de estar buscando las cosas de este mundo que son limitadas y también transitorias. Todo lo que se busca fuera es transitorio porque todo tiene un principio y un final y cuando dejas ir, estás dejando a un lado lo temporal para abrirte a lo que es permanente. Gracias por leerme y espero que os haya servido de algo. A continuación os dejo con tres poemas si es que se pueden llamar así...¡Mil besitos!.
Beatriz Casaus 2013 ©
Oferta de trabajo
Se reclutan locos,
el único requisito es perder la razón
para confiar en lo que no se ve.
Paz como salario base.
Se ofrecen incentivos de felicidad.
La oferta no es indefinida
porque nada es permanente.
Vosotros seréis vuestros propios jefes,
todo queda bajo vuestra responsabilidad.
Beatriz Casaus 2013 ©
Proceso de ser uno mismo (I)
No soy lo que veo
la belleza es ilusión.
No soy lo que escucho
las palabras son ilusión.
No soy lo que toco
las formas son ilusión.
No soy lo que huelo
los olores son ilusión.
No soy lo que como
los sabores son ilusión.
No soy lo que pienso
los pensamientos son ilusión.
No soy lo que siento
los sentimientos son ilusión.
Esta es mi experiencia
pero no es la realidad.
El sufrimiento es la mayor ilusión
pero como experiencia,
es el camino directo al desprendimiento.
Sólo cuando yo no soy,
SOY.
Beatriz Casaus 2013 ©
Proceso de ser uno mismo (II)
¿Dónde estás?
Siempre aquí.
¿Quién eres?
No soy yo.
¿Hacia dónde te diriges?
Donde estoy exactamente.
¿De dónde vienes?
Nunca me he ido.
¿Quién habla?
Mi subconsciente.
Beatriz Casaus 2013 ©
Guau!! Me encantan tus reflexiones :)
ResponderEliminarMuchísimas gracias Marga, otra cosa no sé, pero reflexionar y analizar de forma diseccionada la realidad ya sabes que me gusta, como buena Virgo que soy y cuando digo buena es buena, que hay cada espécimen Virgo por ahí suelto que nos da esa injusta mala fama...jeje¡besitos enormes!
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