Ayer sí que me sentía INDIGNADA cuando me enteré de la noticia del desalojo de la acampada en la puerta del Sol. Me pareció vergonzoso que se infringiera el artículo 21 de la Constitución española que dice explícítamente: "Se reconoce el derecho de la unión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa". Sin embargo la repercusión de este hecho ha suscitado un mayor sentimiento de adhesión a este movimiento del 15M y el gobierno empieza a sentir una ligera sensación de miedo por encontrarse ante una revolución quizás mayor de lo que se pensaban. Los periódicos internacionales ya la están comenzando a comparar con la de Egipto incluso... Debo decir que estoy orgullosa de toda la gente que apoya este movimiento y que se mueven para defender nuestros derechos, denunciar las corrupciones políticas, las injusticias de los poderes económicos y reclamar un mundo más humano para todos. Me recuerda un poco a la revolución de Mayo del 68: un movimiento que no pedía mejoras sino un cambio más profundo en sus vidas y no obedecía a tendencias políticas.
Gracias a los que estáis en Sol acampando por todos nosotros, y que ni la lluvia ni cualquier otro impedimento os logren disolver. Como gritabáis esta tarde: ¡La lluvia no disuelve, sólo moja!
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