sábado, 23 de junio de 2012

Noche

- Llegas tarde.
- ¿Todos duermen?
- Sí, eso he oído decir a los de abajo.
- ¿Y tú qué dices?
- ¡A quién le importa lo que diga yo!
- A mí, que soy el que te pregunta.
- Que están somnolientos, pero en el momento en el que uno de ellos despierte,
van a ir despertando poquito a poco a los demás.
- ¿Ahora sonríes? Tienes ojeras.
- Es mi forma de darte las buenas noches. Eres tan frío como un cosmético.
- Duérmete ya.
- No puedo. Aún tengo a muchos que complacer.
- ¿Qué es ese olor?
- Son las pesadillas de los que han caído presos de la perfección.
- ¿Y esos gemidos?
- De los amantes morbosos que no pueden dormir.
- Recuéstate a mi lado por favor.
- No sin antes contarte un secreto: sólo de noche se ven las estrellas.
-  ¡Mira esas lucecitas!
 - Son las ilusiones de los sueños oníricos. ¡Sshhhhh, viene la mañana!.
- No te vayas, no te vayas nunca.


Beatriz Casaus 2012 ©


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