domingo, 11 de septiembre de 2016

Lo invisible


Definición del amor por Aristóteles: "El encuentro de dos personas nobles que se hacen mutuamente el bien".


Definición del amor por Lope de Vega:
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:

No hallar fuera del bien centro y reposo,      
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso:

Huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,                      
olvidar el provecho, amar el daño:

Creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.
(Lope de Vega)



Lo invisible

Lo que no se ve
es lo único verdadero.  
Hay dos versiones de ti dentro de mí,
la que te quiere y la que te ama
y las dos viven a regañadientes tratando
de encontrar su espacio común.
Te quiero como se quiere de verdad,
desde lo invisible
desde donde tu dolor duele en mi estómago,
y los misterios encuentran
solución en las estrellas.
Cuando te enfadas
suenas tan lejano como la distancia
que interpreta un sueño.
Cuando yo me enfado
puedo pronunciar los más sonoros silencios.
No sé,
no sé quererte sin que me importe,
sin ese miedo perenne
a que esto se consuma en una fiebre pasajera.
Me encantaría creérmelo cuando digo:
“me importa un comino”
y que además fuera verdad
pero no puedo dejar de querer
sin ser vulnerable, 
fiera de la pasión de llamas burdas,
con el arrojo de una plegaria al alba,
con hambre de luna,
abrazada al viento sólo saciándome
con la paz de las sábanas
que envuelven a nuestros cuerpos.
Que me expliquen esas relaciones
en las que a uno le da igual 
lo que el otro diga y haga
porque yo lo he intentado,
pero debe ser que no soy
lo suficiente evolucionada.
Que inventen escalas de evolución
para los que no pertenecemos
a ese nivel de maduración emocional.
En esta vida de carne con caducidad
yo formo parte de aquellos
que se envuelven de amor y de dicha
y enloquecen con todo
en donde depositan su corazón.
Soy tan feliz contigo,
tan feliz,
que ahora sé que el amor aumenta
y crece con los años
¡y no como me decían que mengua!
ninguna otra felicidad es tan ceguera,
ni ningún otro amor es el mío sino este,
que lo llevo marcado con fuego en mi piel,
esa que acaba encadenada a la tuya
y habita en tu nido.
Sin embargo camino cautelosa sin pronunciar
“para siempre”, y “nunca”
palabras que revolotean peligrosas
como esperando a tener razón
a señalar con el dedo índice mientras remarcan: 
“te lo dije”,  
para tener que asentir con la cabeza gacha.
Eso lo aprendí antes, en los prolegómenos de ti,
cuando mis ojos guiñaron a otros ojos
y los utilizaba para llorar
pero contigo los he abierto
para ver desde lo imperceptible.
Aquellas experiencias extinguidas
no me hicieron más valiente ni segura
cuando me lancé de nuevo al ímprobo ruedo.  
Son tus manos infinitas
esta nueva raza de vida
como un cuento en sombra que se volvió dulce.
Te estoy amando, 
porque quiero que seas mi presente continuo.
Bendito este amor que ve lo que nadie ve
y ve a través de lo que no se ve.
Vivimos dentro de una gran obra de teatro
porque cuando estoy contigo
todos los demás son atrezzo.
Lo invisible de mí conecta 
con lo invisible de ti
y se cierra el telón
mientras desaparecemos.



Beatriz Casaus 2016 ©