domingo, 10 de mayo de 2020

Traigamos el cielo en la tierra



Me realicé un test (de los más fiables que hay) que afirma que pasé el bicho y tengo anticuerpos. Puedo decir que lo he vivido y que no ha sido algo normal. Con esto quiero decir que he sentido en mis carnes que era algo antinatural, creado por el hombre…

Creo que estamos siendo domesticados hacia una nueva forma de pensamiento basado en el miedo y encaminados a un futuro dictatorial. En mi opinión, creo necesario poner en duda la gestión que está llevando el gobierno, más allá de ideologías. Siempre he sido de tendencia izquierdista hasta que hace años empecé a discernir, no sentirme representada y a pensar por mí misma, y así me convertí en apolítica y conseguí salir de la dicotomía entre izquierda y derecha que solo quiere separar a los seres humanos por sus ideas políticas, para crear conflicto entre nosotros.

Tengo la sensación de que el gobierno es una marioneta al que se le está filtrando información a cuentagotas y por ello actúan dando palos de ciego. La pregunta sería, ¿quién les filtra esa información y pasos a seguir? ¿y cuáles son sus intereses? Alzo estas preguntas al aire para que cada uno investigue y saque sus propias conclusiones.

Los medios de comunicación están intoxicando con miedo y falsos números para perpetuarnos secuestrados en casa. No os dejéis manipular. Nos están privando de lo más básico para el ser humano y la salud mental, la cercanía y el contacto con las personas. Quieren la separación física. De pronto, los abrazos y las muestras de amor se han prohibido. El amor se está prohibiendo en todo el mundo.

Para no intoxicarme más, no veo las noticias, ni leo casi los periódicos nacionales mediáticos, sin embargo, investigo por otras fuentes y de otros países. Os invito a que penséis por vosotros mismos e investiguéis. Os invito a hacerlo y a DISCERNIR y a obtener una opinión personal. Eso es algo inédito en los tiempos que vivimos.

La mejor arma que podemos tener es mirar hacia nuestro interior, y descubrir nuestro enorme potencial. Tengo fe en el ser humano y tengo esperanza, cada día se producen millones de actos de amor y solidaridad que así lo demuestran. Utilizad el confinamiento para alcanzar un grado de evolución humana mayor, porque permite esa mirada hacia el interior y al silencio. Cambiemos los términos, en vez de confinamiento, bauticémoslo como “retiro espiritual” y en vez de Covid-19, llamémoslo “Convida-20”. Vibremos en amor, no en miedo.

Sé que todo va a salir bien, pero también sé que para ello tenemos que despertar en todos los sentidos. No somos borregos, somos seres de inmenso potencial, todos y cada uno de nosotros. Confía en tu intuición, escucha lo que dice tu corazón, y ama. Nos toca ser responsables con todo, y esa responsabilidad también conlleva utilizar nuestro intelecto, para buscar la verdad y nuestro corazón, para sentirla.

Según la tercera ley de la física de Newton, llamado principio de acción y reacción: “a toda fuerza se le opone una contraria y de igual intensidad”, si extrapolamos esta ley a nuestra situación actual, al mismo tiempo que vivimos una época de incertidumbre y de extrema dificultad, está naciendo una nueva conciencia y con ella una nueva humanidad que va encaminada hacia una nueva gestión de la tierra y sus recursos. Así lo quiero creer. Somos imparables. Comienza la época dorada, aunque nos hagan creer todo lo contrario, por ello, hay que confiar en uno mismo, y en el poder que hay en nuestro interior. Confiemos en la vida. ¡Traigamos el cielo a la tierra!


Beatriz Casaus 2020 ©




domingo, 3 de mayo de 2020

Renacida

"¿Quién eres? ¿Eres un Dios? 
No, respondió el buda. 
¿Acaso eres un mago? 
Insistió de nuevo el hombre. 
No, respondió de nuevo. 
¿Eres un humano? 
No, respondió nuevamente. 
Entonces, ¿quién eres? 
Soy un ser despierto." 



Renacida

Dulces aguas se mecen,
aquellas lejanas de mí.

En vez de vivir, me vivo
y en vida siento que es cierto ser real.

A veces he escapado a la tentación de caer
como un pequeño árbol en la tormenta.
Pero solo los pequeños se hacen grandes
y solo los grandes alcanzan a tocar el cielo.

Se despejan las mareas a regañadientes,
no quieren dejar su existencia bizantina en mí.

Es la vida que ahora me encuentra
y me da la bienvenida.
He estado perdida por tanto tiempo
que no tenía memoria de quién era.

Hablan, esas sombras a mis espaldas
tratando de convencer a los ilusos sin fe.
Se creen merecedores de una realidad cambiante.

No hay nada que pueda frenar mi misión
ahora que sé que existo
y he superado a la nada.

Caen sombras y crecen luces alrededor.
Nada vuelve que no haya sido creado antes,
por lo tanto, siempre he existido,
pero antes no lo sabía.

Vivo la bendición de ser un ser creado
que ha despertado.
He sido llamada a vivir
y ahora vivo para vivir.
Tan sencillo que es lo más difícil.

Las luces han volado sobre los mares
y han sido testigos de una nueva tierra.
Allá vamos sin demora y no hay regreso.

La luz no se creó para iluminarse
a sí misma tanto o más,
sino que permite verse
a través de sus múltiples ojos.

Los que hemos despertado
sabemos el camino a casa.


Beatriz Casaus 2020 ©