miércoles, 1 de mayo de 2019

Cada respiración está contada

" Si no has descubierto algo extraño durante el día, no puedes decir que haya sido un gran día" (John Wheeler)


Cada respiración está contada

El eco se descalza delante de mí,
no sé lo que esconde.
Allá atrás, debe estar enmarañado
todo lo que una vez comprendí.
No reconozco sus adivinanzas
ahora que camino bajo mis párpados.  
En mis murmullos agradezco cada respiración
que inhala la vida que desprende mi cuerpo.
En bajito y modestamente,
no sea que vuelvan esos mares
donde crecen los sollozos.
No estoy aquí para contar mentiras,
las mismas que me han contado a mí,
estoy aquí para salvarme de ellas.
Las ganas me asoman y se agitan en,
y alrededor mío, como haciendo hueco
a lo bueno que quiere llegar.
He descubierto que callando lo que sé
me hago más sabia,
prefiero no caer en la torpeza
de quien cree saber.
Hay silbidos de magia que alumbran 
con un ígneo resplandor esta noche,
escuchando como cuando éramos niños,
con esa misma inocencia
cargada de la más intensa pureza.
Y entonces recuerdo:
El perdón es como resucitar.
Te saca de las tinieblas y
vuelve a insuflar sosiego.
El perdón se olvida de recordar
conscientemente,
y arranca sentimientos estancados.
Es como el farolillo de mi calle,
que alumbra más
que los ojos que quisieron dejar de ver.
Tengo la luz de los focos de mil soles dentro de mí,
donde todo puede ser y no es a la vez,
compartiendo esa misma luz de todos.
La ventana está abierta dentro de mi casa
pero no da corriente,
sino infinitas posibilidades.
Cada uno integra una álgebra distinta por resolver.
Toda respiración está contada,
es probable que representen un número exacto
al final de cada existencia.
Pero yo nunca he sido de números,
sino de cada letra.
No traten de solo respirar,
¡dense cuenta de ese milagro!



Beatriz Casaus 2019 ©