jueves, 18 de julio de 2024

Ser espiritual en un mundo como este

 “Sé realista, planea un milagro” (Osho)


 En el mundillo espiritual, te encuentras mucha gente que va de “iluminada”. Como si estuvieran en otro nivel de evolución y miran por encima del hombro a los demás. Eso es ego, ego espiritual al fin y al cabo. Se creen perfectos y viven alejados del mundo. Piensan sus ideas, pero no las viven. Y estamos aquí para vivir, no para pensar solo.

Y la espiritualidad no es algo abstracto.

Es aquí, con el vecino gruñón, con el compañero insoportable, cuando te pitan con el coche, en el tráfico cuando tienes prisa, con la pareja egoísta, con los hijos desagradecidos, con la amiga envidiosa.

Es ser amable con todos, incluso con los que no te caen bien. Eso es una manifestación del amor incondicional. A mí cuando alguien no me gusta, le digo mentalmente: “Gracias por dejarme practicar contigo lo que es el amor incondicional. Te amo.” Y lo repito mucho, hasta que me sale verdadero amor hacia esa persona e incluso las situaciones se revierten en positivo.

Es tratar bien aunque estés teniendo un mal día. Nadie tiene la culpa de eso.

Es ayudar, dar las gracias, aprender de todo. La espiritualidad no es teoría, es una práctica diaria.

Es elevar el estado de conciencia, dando un significado a todas las experiencias, las malas incluidas.

Es aceptar tu sombra, es sacar a la luz tus partes oscuras para aceptarlas. Es abrazar tus errores, es pedir perdón. Es perdonar.

Es amarte y poner límites. Es aceptarte con tus michelines y tus canas y tu mala leche matutina. Es permitirte ser tú mismo.

Es elegir ser alegre y dar alegría. Ser un apoyo a los demás. Escuchar y comprender. 

Es intentar no enjuiciar. Estar atento a los juicios que emites y corregirlos, porque encarcelan.

Es disfrutar de los placeres sensoriales pero no apegarse a ellos. Ser agradecido por vivirlos.

La espiritualidad es investigar, claro. Descubrir quién eres, escuchar nuestra intuición.

Es tener intenciones puras y alimentarse de pensamientos positivos. 

Preferir hacer una respiración antes que perder los papeles. Es aprender a controlarse.

Es traer el cielo a la tierra. Es hacer sagrado lo cotidiano.

Esa es la verdadera prueba. El desafío de vivir en este videojuego. Con todo lo que ello conlleva.

El dolor y la gloria que está asociado a ello y que cada experiencia nos ofrece.

Estamos en el máster del universo. Nadie dijo que fuera fácil, pero al menos lo estamos intentando y hacemos lo que podemos. Seamos buenos con nosotros mismos y démonos mucho cariño. Porque es complicado, sinceramente. 

Somos imperfectos como humanos, pero dentro de nosotros mora la inmortalidad. La perfección. La esencia divina, nuestra verdadera naturaleza.


Beatriz Casaus 2024 ©


(Os dejo con una canción  muy"happy" como me gusta a mí llamarlas, jeje, que se titula: "Feels this good". Cuando se está bien por dentro, uno se siente muy bien, como el título de la canción. Y de eso se trata también la espiritualidad, de bailar, reír y pasarlo bien)