jueves, 7 de noviembre de 2024

Un poquito de bondad, por favor

EL POETA Y EL MUNDO de Wislawa Szymborska


“Por eso tengo en tan alta estima dos pequeñas palabras: “no sé”. Pequeñas pero con potentes alas. Que nos ensanchan los horizontes hacia territorios que se sitúan dentro de nosotros mismos y hacia extensiones en las que cuelga nuestra menguada tierra. Si Isaac Newton no se hubiera dicho “no sé”, las manzanas del jardín hubieran podido caer ante sus ojos como granizo y él, en el mejor de los casos, se habría inclinado a recogerlas para comérselas con apetito. Si mi compatriota Maria Sklodowska-Curie no se hubiese dicho “no sé”, probablemente se hubiera convertido en profesora de química en un pensionado de señoritas de buena familia y en este trabajo, por otra parte respetable, habría transcurrido su vida. Pero ella se dijo “no sé”, y fueron exactamente estas dos palabras las que la condujeron, y no una sino dos veces, a Estocolmo, donde se galardona con el Premio Nobel a las personas de espíritu inquieto en constante búsqueda. Asimismo, el poeta, si es un poeta de verdad, tiene que repetir sin descanso “no sé”.  En cada poema intenta dar una respuesta pero, no bien ha puesto el último punto, ya le invade la duda, ya empieza a darse cuenta de que se trata de una respuesta temporal y absolutamente insuficiente. Así pues lo intenta otra vez, y otra, y más tarde estas pruebas consecutivas de su descontento con respecto a sí mismo los historiadores de literatura las sujetarán con un clip muy grande y las denominarán sus “logros”.”

(1996, Wislawa Szymborska)


Para el filósofo inglés Hobbes, el hombre era malo por naturaleza. Él abogaba por la idea de que el ser humano necesita para poder convivir una figura autoritaria, una especie de estado, que controle su impulso egoísta y agresivo. Sin embargo, el también filósofo y escritor, Jean-Jacques Rousseau, (con quien comparto pensamiento) decía todo lo contrario, que el hombre es bueno por naturaleza. Porque si alguien ve a otro sufriendo, siente una inclinación natural a auxiliar y que lo que hace malo al ser humano y despierta su agresividad, es la propiedad. Porque ello conlleva a la competencia, la envidia y la agresividad. Esto último no lo comparto. Todo sea dicho.

No obstante, me inclino en que la bondad es inherente al ser humano. Nos han enseñado ideas de que el mal está en el hombre. Pero está tanto el mal como el bien. Creo que nada es blanco o negro. Que dentro de nosotros tenemos el potencial de la bondad y de la maldad. Es una elección personal, como todo en nuestras vidas. Se trata sobre en qué lado nos posicionamos. Incluso la mayoría de las personas que cometen actos malos son conscientes de ellos y se arrepienten en algún momento. Tenemos dentro de nosotros un conocimiento intrínseco que nos hace distinguir entre la bondad y el mal, y creo que si fuéramos solo malos, no lo tendríamos. Hasta la persona más mala, ama a alguien o a algo. El mal es la ausencia de amor. Así como el frío es la ausencia de calor.

En estas situaciones, como lo que estamos viendo con la catástrofe de Valencia, es un ejemplo de ello. De cómo el pueblo y sus ciudadanos se ayudan unos a otros y han sido los verdaderos héroes demostrando una increíble capacidad de altruismo y cooperación. Y también como en este caso, el Estado ha sido quien no ha cooperado con la catástrofe como debe (ni de izquierdas ni de derechas, ambos han demostrado velar solo por sus propios intereses) contradiciendo a Hobbes y confirmando lo que la Madre María Teresa de Calcuta decía, que por cada acto de maldad, hay cien actos de amor. Lo que pasa, es que el mal hace más ruido. La bondad y el amor son silenciosos. Lo que predomina es la bondad, la ayuda, el altruismo, la cooperación y la generosidad.

Todo el mundo quiere que le vaya bien a los demás. Todos queremos paz y prosperidad para nuestros semejantes y sufrimos con las calamidades y malas noticias. Si hay alguien que no lo desea, es porque no está bien en su interior y algo le atormenta, pero la inmensa mayoría desea la felicidad y bienestar para todos.

Que no nos engañen. Estamos en una época de luz y de despertar de la humanidad. Si no hubiera tanta luz, no saldría toda la porquería y suciedad que está saliendo a la luz ahora (corrupción, escándalos sexuales, abusos de poder…y no solo en España sino a nivel internacional) Solo cuando tienes luz en el salón, puedes ver la suciedad que hay debajo del sofá para poder limpiarla. Sin luz no se ve y ahí sigue sin limpiarse porque como no lo ves, crees que no está. Solo la luz, la bondad, el perdón y el amor, pueden limpiar.  

Tengamos fe y esperanza siempre. Somos amor, solo que hay personas que lo han olvidado.

Las dos fuerzas más importantes que existen son dos: el amor y el perdón. No hay nada más fuerte ni que se le asemeje. Y las llevamos marcadas en nuestro ADN.

 

Beatriz Casaus 2024 ©

 

Acracia


Nos dicen lo que hay que hacer.

Si estás soltero, busca pareja.

Si eres mujer, ten, hijos.

Si tienes sobrepeso, adelgaza.

Si eres hombre, presume de lo que ligas.

Si hay elecciones, vota. Así te hacen creer que es una democracia.

Si tienes dinero, gastártelo.

Si no tienes dinero, ahorra.

Si no tienes casa, compra una.

Si tienes un hijo, ten otro.

Si estás aburrido, ve Netflix.

Si no ves la tele, no sigues el discurso oficial.

Si te informas por medios alternativos, eres un desinformado.

Si eres inteligente, hazte el tonto.

Si eres tonto, ten un enchufe. 

Si eres mayor, ve a un asilo.

Si eres bajita, ponte tacones.

Si eres alta, no los lleves.

Si quieres llegar a ser alguien, estudia.

Si quieres tener una vida digna, trabaja.

Si eres mujer, arréglate. Tu labor es ser atractiva.

Si tienes sueños, eres un ingenuo.

Si tienes prisa, corre.

Si eres bueno, eres tonto, sé malo.

Si eres malo, creces profesionalmente.  

En invierno, lleva abrigo.


¿Y si quiero ponerme una toalla?

 

Siempre estoy a favor,

de estar en contra de todo.

 

Beatriz Casaus 2024 ©