viernes, 27 de julio de 2012

Mujeres auténticas

Pues no,

efectivamente,

no soy de esas cuyo único
objetivo en la vida,

es ponerse morenas.
Ni de esas,
que necesitan gastarse

el dinero para adquirir
la última prenda de moda.

Ni  quienes tienen,
como dirección alternativa

en su documento de identidad,
una tienda de ropa.

No soy de las que promulgan
su belleza como su único
atributo de personalidad.

Ni de quienes,
pretenden cazar un marido
para que les estabilice
económicamente.
Ni de las que van detrás
del dueño de un buen coche,
o de una buena nómina.
Pues no,
efectivamente,
no soy de esas.
No soy de las que miran mal
a otras mujeres
porque sean más guapas,
ni de las que se sienten mejor
que otras,
por ser más delgadas
o tener más delantera.
O de las que si su chico
les es infiel,
en vez de culparle a él,
responsabilizan a las otras.
Pues no,
efectivamente,
no soy de esas.
No soy de las que necesitan,
demostrar al mundo
que son únicas
y las mejores.
No soy de las que tienen
como hobby,
ir a discotecas.
O de las que aparentan.
No soy una persona
que necesite
que le adulen continuamente,
y que le repitan
lo bella que es.
(Ser mujer es algo más
que ser bella, créanme).
No soy de las que critican
a otras mujeres
por envidia.
Pues no,
efectivamente,

no soy de esas.
No soy de las que manejan
a los hombres a su antojo,
para conseguir sus objetivos.
No.
No de las que alardean

de todo lo que ligan,
(un detalle
directamente proporcional,

al tamaño de sus egos).

No soy,
de las que no tienen opinión propia,
y se convierten en muñequitas
de sus parejas.
Pues no,
efectivamente,
no soy de esas.
No soy de las que tienen
sólo conversaciones
frívolas y superficiales.

Por otro lado... ¡sí!,
¡sí soy,
de las que dudan
de lo que le cuentan!.
De quienes disciernen
y piensan por sí mismas.
De las que les gusta entablar,

conversaciones profundas
y
en
    ri
       que
             ce
                 do
                     ras.

De las que tienen inquietudes,
intelectuales y espirituales.

De las que les gusta,
pasarse las horas

leyendo libros,
y escuchando a la gente hablar.
¡De las que aman

re
   Ír
      se!.
Pasárselo bien,
rodeada de personitas
en quien confiar,
 y con las que se puede contar
porque lo han demostrado.
De las que no consideran,
de suma importancia

la apariencia física.
De las que se enfocan,
en un interior rico
y bonito por descubrir.
De las que valoran,
más los momentos que las cosas,
(como una vez me dijo,
una gran amiga).
De a las que les gusta
escuchar música de calidad,
y con buenas letras.
De las que abren su corazón,
y se entregan sin medida,
y de las que son capaces
de hacer,
cualquier cosa por amor.  

De las que gustan,
de ir a ver una obra de teatro
o pasar una tarde,

en la montaña.
De las que prefieren,
ser humildes,
que prepotentes.
De las que valoran,
a las personas por lo que son,
y no por sus profesiones
o bienes adquisitivos.

De las que tienen valores,

y una mente abierta.

De las que respetan,

de las que piden perdón,

de las que dicen te amo,

de las que dan la palabra,

de las que no se callan,

de las que miran a los ojos,

de las que tienden la mano,

de las que se equivocan,

de las que se arrepienten,

de las que son naturales,

de las que lloran,

de las que no esconden,

de las que ríen con el alma,

de las que abrazan,
de las que interrumpen,

de las que apoyan,

de las que dan,
de las que aprenden,

de las que sudan,

de las que dicen gracias,
de las que gritan las injusticias,
de las que están vivas,

de las que son,

                    auténticas.


Beatriz Casaus 2012 ©


2 comentarios:

  1. Doy fe de la verdad de tus palabas

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  2. Muchas gracias Fer por dar testimonio de mí... soy muy afortunada porque me rodeo de mujeres que también son así. Besitos.

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