sábado, 11 de mayo de 2013

Mi estrella

“Si observas una persona realmente feliz, la encontrarás construyendo un barco, escribiendo una sinfonía, educando a sus hijos, plantando dalias en su jardín, o buscando huevos de dinosaurio en el desierto de Gobi. No la encontrarás buscando la felicidad como si fuera la cuenta de un collar que se ha deslizado bajo el radiador”. (W. Beran Wolfe)

Cómo va a ser tu día hoy  (Poesía de Mario Benedetti)


Esta mañana desperté emocionado 
con todas las cosas que tengo que hacer 
antes que el reloj sonara. 

Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante. 
Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener. 

Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso 
o puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas. 

Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero 
o puedo estar contento que mis finanzas me empujan 
a planear mis compras con inteligencia. 

Hoy puedo quejarme de mi salud 
o puedo regocijarme de que estoy vivo. 

Hoy puedo lamentarme de todo 
lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo 
o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido. 

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas 
o puedo celebrar que las espinas tienen rosas. 

Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos 
o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones. 

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar 
o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo. 

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela 
o puedo abrir mi mente enérgicamente 
y llenarla con nuevos y ricos conocimientos. 

Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar 
o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente, cuerpo y alma. 

Hoy el día se presenta ante mi esperando a que yo le de forma y aquí estoy, 
soy el escultor. Lo que suceda hoy depende de mí, 
yo debo escoger qué tipo de día voy a tener. 

Que tengas un gran día... a menos que tengas otros planes.


(Mario Benedetti)





Este poema ha sido creado en recuerdo a la mujer más maravillosa del mundo, de la que tuve la inmensa suerte de que fuera mi abuela.


Mi estrella

Bajo sus manos esparce efluvios de savia,
por no saber que no es tarde nunca.
Pretende pronunciar retahílas de disculpas
a sus enemigos asteroides,
cuando se pierdan por el espacio.
Quien le dio la espalda ahora viene arrepentido,
pero para ella jamás es tarde.
Un susurro le cuenta historias mágicas
que avivan su curiosidad
de un lacónico mañana que se hace esperar,
como el horizonte esquivo
a lo lejos de su pueblo
que intenta agarrar sin éxito.
Es la estrella de las noches oscuras
en las que se cometen secretos a voces.
Se esconden caricias
como si fueran actos criminales,
mientras los actos criminales
se enaltecen en público.
Quien navega en alta mar reconoce
el rastro de su luz que les guía.
Su hermano sol emana
el protagonismo durante los días
abriendo pétalos con su despliegue de belleza,
mientras ella, humilde,
alumbra sin pretenderlo la sombra del cielo.
Desde allá a lo lejos muestra caminos
con su ejemplo,
que sólo los sabios conocen.
Marca la celeridad de la corriente en los ríos
con ternura, siempre con ternura,
para depositar los sedimentos inservibles
y convertir los desiertos en valles,
los reproches en halagos,
los errores en proezas.
Princesa de la noche que trae esperanza
con el mismo fuego que enciende la chispa en los ojos
de quienes cantan canciones,
como la luz que trae fortuna sembrando sonrisas.
Ha besado en la frente a mañanas, tardes, noches,
tantos equinoccios y solsticios
encadenada a su destino por eones de años.
Ofrece el mayor regalo de todos a quien le mira,
les presta atención con todo su cariño,
y reconoce su valor como astro.
Es la luz que hay detrás de la luz de su núcleo.
Puede caer en ignorancia
por desconocer el número exacto
de nubes a su alrededor,
tan sólo sabe que ellas también tienen su función.
No conoce la eternidad,
sólo sabe que es ahora.
Ha escuchado las quejas de la luna,
quien le envidia porque su luz depende del sol
y sólo tiene una cara bonita.
Pero ella no hace réplica,
la estrella sólo existe para brillar.
Según se mire,
allá donde esté habrá cielo que necesite abrazarla.
Ella siempre está jugando.
Ahora juega a ser recién nacida para no morir.
Estará sobre nosotros para no perderla de vista
y así,
yo nunca tendré que despedirme de ella.

Para ti, lala :)

Beatriz Casaus 2013 ©

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