jueves, 11 de septiembre de 2014

Una sonrisa no se puede robar

"Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa" (Gabriel García Márquez)

"La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre" (Ernest Hemingway)

"Alegría y amor son las alas para las grandes promesas" (Johann W. Goethe)



Una sonrisa no se puede robar

Una sonrisa no se puede robar

nace y desde que brota no tiene dueño,

tal como viene se va.

Es lo único original que nos queda

a los ingenuos,

lo más verdadero que posee un adulto,

la magia desnuda

en un rostro apagado.

Es el cáliz de fuego que calienta el cambio

a cualquier circunstancia mejor.

El lenguaje de los ricos de corazón

quienes las reparten

porque les sobra mucho amor.

Es la chispa que enciende

la llama en el otro,

la herramienta de paz de aquello

que fuimos.

No descuides ni una sola,

pues detrás de cada una hay un mensaje

que será interpretado

según quién la reciba.

Déjala volar libre con sus alas de gozo,

meciéndose de persona en persona

sin necesidad de ser correspondida.

Altruista se desprende de los labios,

sosteniéndose sobre las altas mejillas

en una alegre ceremonia.

Cuando más reconforta,

es cuando llega sin ser llamada.

Siempre acude sin importar su forma,

pues no es su forma

si no es su intención,

lo que la define.

Nunca se olvida de recordarnos

que todos somos razón de alguna.


Beatriz Casaus 2014 ©

 

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