“Cada uno ve lo no visible en proporción a la calidad de su corazón.” (Rumi)
Hace poco tuve una caída aparatosa que me ha provocado una rotura de un hueso (cóccix) y para lo que a algunos pudiera resultar una relativa “desgracia”, para mí ha sido una bendición. Gracias a ello, solo he recibido cariño a raudales y un amor desmesurado así como un necesario tiempo para parar y descansar.
También ha sucedido un cambio inesperado (no a mí personalmente, pero me ha tocado muy de cerca) que considero ha sido un absoluto regalo de la vida para esa personita que tanto quiero y a quien se le presenta un horizonte nuevo de infinitas posibilidades.
El autor del libro “Salir de la calle”, Ángel Custodio, @salirdela_calle, quien vivió durante nueve meses en la calle y salió de esa situación gracias a su fe de que todo saldría bien y su admirable optimismo, revela que gracias a aquella situación, su vida es ahora mucho mejor de lo que podría imaginar. Así como su propio desarrollo personal por el que ha avanzado a pasos agigantados.
Estar vivo es un regalo, no lo demos por sentado ni un solo segundo y todo lo que nos ocurre también, si sabemos darle la vuelta a la tortilla y una lectura de aprendizaje a todo aquello que nos sucede.
Me siento tremendamente agradecida por todos los cambios y aparentes vicisitudes que he tenido a lo largo de mi vida y a los que se presentan. Son regalos disfrazados. Hay una frase en inglés que lo describe perfectamente: ‘A blessing in desguise’.
Las cosas pueden cambiar de un momento al otro, por eso lo más inteligente es saber adaptarse al cambio, como bien decía Darwin. Yo siempre tengo una manía o ritual, que es brindar por todo aquello que me pasa. Celebrar siempre cada regalo disfrazado. Así las cosas se ven de otra manera. 🤗
¡Va por ustedes! 🥂🍾
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