martes, 29 de marzo de 2011

Un hombre que ama de verdad


"Un hombre deja de ser un niño cuando aprende a amar".

Otra vez se produjo ese incómodo silencio, el mismo que hace 5 minutos le llevó a pensar que no merecía la pena luchar. "No sé a dónde nos va a llevar ésto", se repetía a sí misma al tiempo que enmudecía delante de él. Él, cavizbajo y con expresión desconsolada no parecía entender ni una palabra de lo que ella le había dicho. No conseguía relacionar sus ganas de escapar con que dejaran de verse. "A las mujeres no hay quien las entienda" se encontró repitiendo esta frase en su cabeza, la misma que años atrás su padre había repetido en extremo en voz alta y a la que tanto refusaba creer.
- Di algo.
- No puedo...¿qué quieres que diga?
- ¿Por qué?
- Estoy intentando ordenar mis pensamientos para lograr entenderte. No quieres seguir porque no estás preparada para que te de todo lo que te estoy dando. Pues entonces, ¿para qué estás preparada, para darte a medias a cualquier otro? ¿crees que eres demasiado joven para compromoterte con alguien mayor que tú?
- Sabes que no es eso. Lo único que quiero es escapar de esta vida y tú ,sin querer, me aferras a ella.
- Y...¿qué vas a hacer?¿sigues con esa idea en la cabeza de dejar el país?así no se van a solucionar las cosas...
- Quién sabe...
- Te vas a sentir igual donde quiera que vayas porque el problema no es tu vida aquí, el problema es que no sabes ser feliz.
- ¿Me vas a dar consejos sobre la felicidad, tú, que te pasas todo el día trabajando y sin hacer nada los fines de semana porque dices que estás cansado?¿A eso le llamas felicidad?
- Al menos no me quejo, intento llevarlo lo mejor posible.
- Llevas intentando llevarlo lo mejor posible por los dos desde el principio, ¿no te das cuenta que has sido tú quien ha estado tirando del carro en esta relación?

Los dos callan y una lágrima tan salada como una gota de mar cea por la mejilla de él.
- Eres cruel.
- Soy realista.
- Recuerda lo que te dije cuando te conocí.
- ¿Eso a qué viene ahora?
- Recuérdalo.
- Me dijiste que desde la primera vez que me viste sabías que estaba hecha para ti, que formaba parte de ti.
- Eso dije. Sabes que no soy de los tipos que van diciendo esas cosas, lo que dije lo dije de verdad.
- Me pareciste valiente, nadie suele decir esas cosas...

Él agarra los delicados y largos dedos de ella con candor y delicadez mientras le aparta su largo flequillo de los ojos.

- Lo sigo pensando.

Montones de recuerdos de sus viajes atestan las estanterías y hay fotografías de los dos juntos por todo el salón. Las grietas en las paredes indican que ha pasado largo tiempo. Ella sigue acariciando su pelo aunque el volumen de su cabello se ha reducido. Él la mira con la misma ingenuidad de siempre mientras ven la televisión..

- No hay día que pase que no sienta que formas parte de mí.
- ¿Sabes que eres el hombre más tozudo que he conocido jamás?
- Sólo soy un hombre que te ama de verdad.

    FIN

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