viernes, 20 de diciembre de 2024

Que levante la mano quien crea en Dios


 "Mi religión es simple, mi religión es la amabilidad." (Dalai Lama)

"Dios no creó el mal. El mal es el resultado de la ausencia de Dios en los corazones humanos." (Albert Einstein)


Desde que tengo uso de conciencia, tengo la sensación de saber en mi fuero interno que Dios existe. De sentirme acompañada y de percibir que está conmigo siempre. Me refiero a cuando era muy pequeña, quizá con 4 ó 5 años. Recuerdo tener la total certeza de este hecho y de incluso dirigirme hacia él, hablándole, sabiendo que me escuchaba.

A medida que fui creciendo no he perdido esa sensación, sino todo lo contrario. Es algo con lo que camino todos los días de mi vida y en lo que pongo mi foco porque es lo que verdaderamente me importa en esta vida. Pero debido a esto, he tenido algunos “incidentes” puntuales, por llamarlo así.

 Personas que no entendían que tuviera tan desarrollado la parte espiritual, discusiones con parejas que eran ateos, personas religiosas que no concebían mi forma de creer en Dios, profesores que me ponían en evidencia delante de los demás, juicios a mi inteligencia o burlas por mi credulidad. Sin embargo grandes personalidades tanto de la ciencia como de la cultura han creído en Dios: Albert Einstein, Isaac Newton, Kepler, Descartes, Antonio Machado, Walt Whitman, San Agustín, San Juan de la Cruz, Spinoza, Mendel, Galileo, Michael Jackson, Ayrton Senna, Facundo Cabral… por citar algunos.

 Desde pequeña tenía mi propia versión de lo que es Dios. Le sentía como el amor más cálido y reconfortante que existe y no como un Dios castigador que se enfadaba por los errores humanos y nos enviaba al infierno tal y como predicaba la iglesia católica. A los 9 años, recuerdo estar en clase y que la profesora preguntara a todos si creíamos en Dios, así que yo alcé la mano para pronunciar una frase que le enfadó tremendamente. Dije: “En realidad, para mí todos somos dioses”. Y me expliqué. Me refería a que Dios vivía en todos y cada uno de nosotros y que al estar en nosotros y ser sus hijos, teníamos los mismos dones que él, porque también éramos creadores, de forma que los seres humanos no éramos marionetas de la apetencia divina, sino seres poderosos que teníamos que reclamar esa divinidad que residía en nosotros. La profesora no sabía dónde meterse, se tiró días sin hablarme y mis compañeros no tenían ni pajolera idea de lo que acababa de decir, así que se olvidaron al instante.

Años más tarde, estando en el instituto, una profesora de filosofía que ese día no estaba por la labor de trabajar preguntó con sorna quién creía en Dios. Yo nunca he escondido mis creencias, porque me parece una falta de coherencia creer en Dios y ocultarlo, así que de nuevo, alcé la mano. Solo una persona más y yo la levantamos. Estoy segura de que muchos no se atrevieron a decir que creían en Dios aunque así fuera, para evitarse el mal trago que les iba a hacer pasar la profesora. Y eso fue lo que ocurrió conmigo. Me puso en evidencia delante de todos durante la hora que duró la clase y me pidió que hiciera el ridículo representando una especie de obra de teatro. Para su asombro, representé la obra bien y se llevó un buen chasco porque todos me aplaudieron. No sabía que amo la interpretación, aunque quizá fue la ayuda divina que me echó un cable.

A lo largo de mi vida he tenido múltiples evidencias del mundo espiritual. Me han pasado muchos sucesos paranormales y otros tantos que podemos catalogar como milagrosos. Actualmente, no puedo decir que creo en Dios, sino que sé que existe. Hace unos meses se lo contaba a una amiga escéptica. Le pregunté si había estado en Nueva York y ella contestó que no. Y le dije, “¿pero tú sabes que Nueva York existe aunque no hayas estado allí?” sonrió y me dijo que sí. Eso mismo sucede con Dios. No creo que Nueva York exista, sé que existe (además he tenido la fortuna de conocer la ciudad). Así como no vemos el oxígeno que respiramos, o las ondas eléctricas que nos rodean, las bacterias o los microorganismos, o el amor que profesamos a nuestros seres queridos, no quiere decir que no existan. Existen, solo que no los percibimos con nuestros sentidos físicos. Por lo tanto, sé que existen. 

Siempre he tenido una sed inabarcable de conocer la verdad y solo las religiones responden a estas cuestiones profundas. Ello me ha llevado a tener la inquietud de aprender e investigar sobre otras culturas y religiones para saber cuál podría ser el nexo de todas ellas y así sacar alguna conclusión que me llevara a responder a mis preguntas. He aprendido mucho durante el proceso y me he llevado algo de cada una. Los indios Hopi, los mayas, la religión católica, protestante, musulmana, la cultura védica de la India, el hinduismo, el budismo, La Cábala… de todas he sacado algo valioso y me han aportado conocimiento. También me han llevado a la confusión y por ello, me he dado cuenta de que el acceso hacia la divinidad está dentro de cada uno. El corazón es la fuente de ese acceso. Y Jesús, es el camino directo. 

Por último, quería compartir lo importante que ha sido para mí en periodos específicos de mi vida en los que he atravesado momentos difíciles, el aferrarme a Dios y en confiar en él. Orar y rezar tiene un gran poder. No sabemos cuánto. 

Para mí, los salmos más poderosos de la Biblia son los Salmos 23 y 91. Son las dos oraciones más potentes que hay. Os los recomiendo para cualquier situación difícil. Cuando estuve muy malita en 2020, (desde marzo hasta finales de mayo) la vida me presentó la oportunidad de encarar mis mayores miedos (a la muerte, la de mis seres queridos, a la enfermedad, a morir sola y a la soledad) Cada día, recitaba el Salmo 23 de la Biblia. Me lo aprendí de memoria de tanto repetirlo. Y no solo fue mi consuelo, sino que me sucedieron tantos fenómenos milagrosos, que tengo la seguridad de que fui asistida y ayudada para atravesar ese proceso. Tanto es así, que gracias a esa prueba, puedo decir que he trascendido esos miedos y que he crecido exponencialmente en ese sentido. Me sucedieron los eventos más bellos de mi vida durante el periodo más duro. Todo tiene una razón y un sentido aunque en el momento no lo veamos.

También tengo una anécdota con el Salmo 91. Del otro día sin ir más lejos. Me sucedió algo que nunca me había pasado: tuve un terror nocturno. Me desperté sudando, con el corazón a mil pulsaciones y gritando con toda la intensidad posible. (Estoy viviendo momentos de estrés altos y entiendo que debió de manifestarse de ese modo) No voy a contar lo que vi en ese terror, pero ha sido lo más terrorífico que he vivido. Al despertarme, y ser tranquilizada por Alber, mi pareja, me puse a rezar y a pedir la asistencia de Jesús y del Arcángel San Miguel (conocido por ser el guerrero celestial y capaz de cortar con su espada azul de fuego, toda energía o presencia negativa). Enseguida me relajé y gracias a Dios (nunca mejor dicho) no me ha vuelto a suceder. Pero lo mejor de todo, y por eso es por lo que cuento esta historia, es que esa misma noche, antes de volver a quedarme dormida, estaba entretenida mirando Instagram y justo me apareció un “reel” en el que un hombre hablaba del Salmo 91. Así que busqué en internet el Salmo (hacía años lo había leído pero no lo recordaba) y cuál fue mi sorpresa, cuando en uno de sus versos decía que si confío en Dios, “no temerás a los terrores nocturnos”. Otra prueba irrefutable para mí de que Dios siempre ayuda y asiste en cuanto se le pide. ¿Coincidencia? hay una probabilidad muy baja de que así fuera. A las coincidencias yo las llamo "diosidencias", me parece un término más acertado :P

No sé explicar con rigor científico qué es Dios. Aunque estoy segura que en algún momento lleguemos como sociedad a ese punto. Se le han dado muchos nombres a lo largo de la historia, así como diferentes características y atributos. Pero lo que sí sé es que vivimos en él y a través de él. Es como el pez que se pregunta dónde está el agua, cuando vive en ella pero no la ve. Es la causa primera, la conciencia primigenia y cuántica, el amor más puro, la luz más prístina, el alfa y el omega, el Todo. Vivimos en un cuerpo físico que tiene una mente y nos creemos que solo somos eso, cuando en realidad somos conciencia y alma que se experimenta a sí misma en este traje que es lo que dejamos cuando retornamos a casa. Somos seres espirituales teniendo una experiencia física, así que, hagamos que valga la pena.


¡Un súper abracito y Feliz Navidad!


Beatriz Casaus 2024 ©






jueves, 12 de diciembre de 2024

Día internacional de las montañas

“No me siento particularmente orgulloso de mí mismo. Pero cuando camino solo por el bosque o me acuesto en los prados, todo está bien.” (Franz Kafka)

 


Ayer fue el día internacional de las montañas. Las montañas tienen ese mágico poder de hacerte sentir bien inmediatamente. No solo son un remanso de paz donde olvidarse del mundanal ruido en el que estamos inmersos y acostumbrados a vivir, sino que es un lugar que relaja de forma instantánea aportando otra perspectiva. 

Es cierto que requieren el esfuerzo físico para poder acceder a ellas a través de la ruta que te lleve a conseguir las mejores vistas, pero una vez logrado, merece la pena y la recompensa reconforta el alma como pocas cosas lo hacen. No pain, no gain!

Allí arriba se acaban todas las tonterías relacionadas con las ciudades. La identidad asociada al ego, la forma en la que nos vemos a nosotros mismos, los juicios que emitimos tanto a nosotros como a las situaciones y a los demás… pues todos, todos somos iguales en las alturas. Allí todos son montañeros practicando el compañerismo, con el único objetivo de ayudarnos unos a otros para lograr que todos lleguemos a la cima. Sin importar nada más. Es un sitio donde sientes que conectas con las personas de forma genuina, porque su atención en ese lugar no está en las preocupaciones mundanas, sino en otros menesteres de supervivencia. 

La montaña y la naturaleza en general, nos ofrece ese regalo que todos podemos disfrutar. Es un gozo absoluto no solo para los sentidos, sino para el espacio que ahonda dentro de nosotros, porque nos ayuda a volver al corazón. El término recordar, proviene del latín “re-cordis”. En el que “re” significa volver y “cordis” corazón, por lo que recordar significa volver a pasar al corazón. Volver al corazón. Reconectar con nuestra verdadera esencia, tanto tiempo olvidada en nuestro ajetreado día a día.

El corazón es el único órgano humano que emite señales electromagnéticas. Es el camino directo que nos conecta con el universo. Sitios como las montañas, te devuelven a ese lugar dentro de cada uno en los que volvemos a recordar quiénes somos.

Tengo la inmensa fortuna de escaparme de vez en cuando con mi pareja a recorrer las alturas y aunque él no es muy consciente de todo este tema profundo que acabo de comentar, al menos es un gran conocedor de todos los peligros y el riesgo que conlleva la montaña. Además de ser un maravilloso capataz con quien ir acompañado y de quien aprender mucho. De él he aprendido a tenerle mucho respeto y a ser muy responsable con ella, entre otras muchas cosas más. Por eso es conveniente ir siempre con personas bien preparadas que sepan cómo desenvolverse en esos bellos y grandiosos lugares, porque pueden resultar muy peligrosos. A quien le guste le aventura, como es mi caso, ese doble rasero de belleza y riesgo nos atrae como un fuerte imán.  

¡Un abracito, aventureros, y feliz día de las montañas!

 

Beatriz Casaus 2024 ©



jueves, 21 de noviembre de 2024

Plutón en Acuario, hacia una era de luz

 “No hay prisa. No hay necesidad de brillar. No es necesario ser nadie…salvo uno mismo.” (Virginia Woolf)

 

¡Por fin Plutón ha entrado en Acuario! ¡Estamos viviendo un momento histórico! El pasado 19 de noviembre, Plutón ha entrado definitivamente en el grado 0 del signo de Acuario, después de haber estado entrando y saliendo de Capricornio por los dos últimos años. Estará ahí por veinte años y en esos veinte años que nos quedan por delante se esperan grandes cambios a todos los niveles.

Este tránsito cambiará el mundo del modo en el que lo conocemos. Se producirán cambios radicales en las estructuras de poder. Capricornio, que tiene que ver con las estructuras, con las jerarquías, con el materialismo, ha pasado a mejor vida (ya era hora). Hemos vivido la época que se puede resumir con la frase “tanto tienes, tanto vales” y ahora entramos en una época completamente diferente en el que las ideas, el idealismo, el humanismo y el conocimiento, tomarán el control. Será como volver a una especie de era del Renacimiento.  La energía de Plutón tiene que ver con las transformaciones y renacimientos y la energía de Acuario, con la disrupción de los sistemas tradicionales.

Se producirá la ruptura de jerarquías obsoletas y un cambio de paradigma hacia la innovación, el colectivo y la igualdad. Habrá más horizontalidad. Se producirán revoluciones tecnológicas innovadoras que darán forma a nueva sociedad.

Acuario gobierna la tecnología y Plutón las crisis, las transformaciones y el poder. Habrá innumerables avances técnicos y tecnológicos, así como vanguardistas. La IA tomará el poder, las energías renovables estarán a la orden del día, la exploración del espacio será protagonista, así como la temática extraterrestre. Acuario rige todo lo que tiene que ver con el espacio.

Va a haber una transformación en la forma en la que vivimos e interactuamos. Acuario también puede ser un signo frío que se centra en su individualidad. Esta cara de la moneda, de forma negativa, puede suponer una menor interacción entre los seres humanos y que esta interacción sea suplantada por las máquinas o la tecnología, con un correspondiente auge e implementación del teletrabajo, de relaciones a través de aparatos en vez de personales, un aumento de la realidad virtual… esto es lo que podríamos considerar como "la sombra de Acuario". La parte más oscura de un signo o la sombra, es la parte que refleja los aspectos negativos relacionados al mismo. De todos modos, podemos colaborar para que esto no suceda. Sabiendo el riesgo, podemos adelantarnos para aminorarlo.  

También tiene que ver con un despertar global de la humanidad y de la conciencia. Dando paso a una época de espiritualidad, una época dorada de luz e inquietudes que van más allá de la banal cotidianidad. Esta era ampliará la expansión de la conciencia, la colaboración y la unidad, empujando a la humanidad a resolver sus mayores conflictos juntos. El foco cambiará de “yo” a “nosotros”, así como el nombre de este blog, creando un mundo más interconectado y justo para todos en el que nadie sea mejor que nadie o valga más que el resto.

Habrá un mayor aumento de la libertad individual y autenticidad de las personas. Por eso he añadido la cita de Virginia Woolf al comienzo de este texto. Nos atreveremos a ser nosotros mismos sin tapujos y mostrando lo que nos hace únicos. El verdadero éxito no son las posesiones materiales, sino ser nosotros mismos, atrevernos a mostraros tal y como somos, enseñando al mundo lo que nos hace únicos. Plutón en Acuario animará a la gente a romper patrones y formas de comportamiento obsoletas y romper las expectativas sociales para abrazar nuestra verdadera identidad. Llegará una ola de empoderamiento personal y creatividad así como de originalidad.

Sin embargo, no estaremos exentos de revoluciones en los próximos tiempos.  Si tenemos en cuenta que la Revolución francesa se fraguó con la misma posición de Plutón en Acuario, nos podemos imaginar o hacer una idea de lo que puede llegar a ocurrir. Los movimientos sociales aumentarán así como las revoluciones para conseguir esa igualdad y justicia para todos. Este tránsito trae cambios en los derechos humanos y distribución de los recursos. Nuevas formas de gobernar aparecerán beneficiando al colectivo.

Como habéis comprobado, tengo grandes esperanzas depositadas en los años venideros. El entusiasmo y la capacidad de soñar que me caracterizan, se han apoderado un poco de mí y espero poder compartir esa ilusión con vosotros. Creo que entramos en una época luminosa en la que los valores humanos volverán a ser más importantes que los bienes materiales. No todo va a ser de color de rosa, evidentemente, pues para que surjan nuevos modelos deben derribarse los antiguos, y quizá al comienzo se produzca caos e incertidumbre asociado a ello, pero si sabemos centrarnos en nuestro corazón y confiar, todo se solucionará hacia nuestro mayor bien. Confiemos y colaboremos en la elaboración de una nueva humanidad y de un mejor mundo para todos. Es posible hacerlo. 

 

¡Un fuerte abrazo!

 

Beatriz Casaus 2024 ©



jueves, 7 de noviembre de 2024

Un poquito de bondad, por favor

EL POETA Y EL MUNDO de Wislawa Szymborska


“Por eso tengo en tan alta estima dos pequeñas palabras: “no sé”. Pequeñas pero con potentes alas. Que nos ensanchan los horizontes hacia territorios que se sitúan dentro de nosotros mismos y hacia extensiones en las que cuelga nuestra menguada tierra. Si Isaac Newton no se hubiera dicho “no sé”, las manzanas del jardín hubieran podido caer ante sus ojos como granizo y él, en el mejor de los casos, se habría inclinado a recogerlas para comérselas con apetito. Si mi compatriota Maria Sklodowska-Curie no se hubiese dicho “no sé”, probablemente se hubiera convertido en profesora de química en un pensionado de señoritas de buena familia y en este trabajo, por otra parte respetable, habría transcurrido su vida. Pero ella se dijo “no sé”, y fueron exactamente estas dos palabras las que la condujeron, y no una sino dos veces, a Estocolmo, donde se galardona con el Premio Nobel a las personas de espíritu inquieto en constante búsqueda. Asimismo, el poeta, si es un poeta de verdad, tiene que repetir sin descanso “no sé”.  En cada poema intenta dar una respuesta pero, no bien ha puesto el último punto, ya le invade la duda, ya empieza a darse cuenta de que se trata de una respuesta temporal y absolutamente insuficiente. Así pues lo intenta otra vez, y otra, y más tarde estas pruebas consecutivas de su descontento con respecto a sí mismo los historiadores de literatura las sujetarán con un clip muy grande y las denominarán sus “logros”.”

(1996, Wislawa Szymborska)


Para el filósofo inglés Hobbes, el hombre era malo por naturaleza. Él abogaba por la idea de que el ser humano necesita para poder convivir una figura autoritaria, una especie de estado, que controle su impulso egoísta y agresivo. Sin embargo, el también filósofo y escritor, Jean-Jacques Rousseau, (con quien comparto pensamiento) decía todo lo contrario, que el hombre es bueno por naturaleza. Porque si alguien ve a otro sufriendo, siente una inclinación natural a auxiliar y que lo que hace malo al ser humano y despierta su agresividad, es la propiedad. Porque ello conlleva a la competencia, la envidia y la agresividad. Esto último no lo comparto. Todo sea dicho.

No obstante, me inclino en que la bondad es inherente al ser humano. Nos han enseñado ideas de que el mal está en el hombre. Pero está tanto el mal como el bien. Creo que nada es blanco o negro. Que dentro de nosotros tenemos el potencial de la bondad y de la maldad. Es una elección personal, como todo en nuestras vidas. Se trata sobre en qué lado nos posicionamos. Incluso la mayoría de las personas que cometen actos malos son conscientes de ellos y se arrepienten en algún momento. Tenemos dentro de nosotros un conocimiento intrínseco que nos hace distinguir entre la bondad y el mal, y creo que si fuéramos solo malos, no lo tendríamos. Hasta la persona más mala, ama a alguien o a algo. El mal es la ausencia de amor. Así como el frío es la ausencia de calor.

En estas situaciones, como lo que estamos viendo con la catástrofe de Valencia, es un ejemplo de ello. De cómo el pueblo y sus ciudadanos se ayudan unos a otros y han sido los verdaderos héroes demostrando una increíble capacidad de altruismo y cooperación. Y también como en este caso, el Estado ha sido quien no ha cooperado con la catástrofe como debe (ni de izquierdas ni de derechas, ambos han demostrado velar solo por sus propios intereses) contradiciendo a Hobbes y confirmando lo que la Madre María Teresa de Calcuta decía, que por cada acto de maldad, hay cien actos de amor. Lo que pasa, es que el mal hace más ruido. La bondad y el amor son silenciosos. Lo que predomina es la bondad, la ayuda, el altruismo, la cooperación y la generosidad.

Todo el mundo quiere que le vaya bien a los demás. Todos queremos paz y prosperidad para nuestros semejantes y sufrimos con las calamidades y malas noticias. Si hay alguien que no lo desea, es porque no está bien en su interior y algo le atormenta, pero la inmensa mayoría desea la felicidad y bienestar para todos.

Que no nos engañen. Estamos en una época de luz y de despertar de la humanidad. Si no hubiera tanta luz, no saldría toda la porquería y suciedad que está saliendo a la luz ahora (corrupción, escándalos sexuales, abusos de poder…y no solo en España sino a nivel internacional) Solo cuando tienes luz en el salón, puedes ver la suciedad que hay debajo del sofá para poder limpiarla. Sin luz no se ve y ahí sigue sin limpiarse porque como no lo ves, crees que no está. Solo la luz, la bondad, el perdón y el amor, pueden limpiar.  

Tengamos fe y esperanza siempre. Somos amor, solo que hay personas que lo han olvidado.

Las dos fuerzas más importantes que existen son dos: el amor y el perdón. No hay nada más fuerte ni que se le asemeje. Y las llevamos marcadas en nuestro ADN.

 

Beatriz Casaus 2024 ©

 

Acracia


Nos dicen lo que hay que hacer.

Si estás soltero, busca pareja.

Si eres mujer, ten, hijos.

Si tienes sobrepeso, adelgaza.

Si eres hombre, presume de lo que ligas.

Si hay elecciones, vota. Así te hacen creer que es una democracia.

Si tienes dinero, gastártelo.

Si no tienes dinero, ahorra.

Si no tienes casa, compra una.

Si tienes un hijo, ten otro.

Si estás aburrido, ve Netflix.

Si no ves la tele, no sigues el discurso oficial.

Si te informas por medios alternativos, eres un desinformado.

Si eres inteligente, hazte el tonto.

Si eres tonto, ten un enchufe. 

Si eres mayor, ve a un asilo.

Si eres bajita, ponte tacones.

Si eres alta, no los lleves.

Si quieres llegar a ser alguien, estudia.

Si quieres tener una vida digna, trabaja.

Si eres mujer, arréglate. Tu labor es ser atractiva.

Si tienes sueños, eres un ingenuo.

Si tienes prisa, corre.

Si eres bueno, eres tonto, sé malo.

Si eres malo, creces profesionalmente.  

En invierno, lleva abrigo.


¿Y si quiero ponerme una toalla?

 

Siempre estoy a favor,

de estar en contra de todo.

 

Beatriz Casaus 2024 ©



viernes, 18 de octubre de 2024

La elección de cómo tomarnos las cosas

 

Gandhi decía: “Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”. Ojito con la profundidad de esta frase... 

He aprendido mucho en referencia a esto. Ahora, cuando veo algo que no me gusta o que me desestabiliza de otra persona, en vez de ponerme en modo de víctima y echarle la culpa al otro, pongo mi atención en mí y no en esa persona. Es mi responsabilidad cómo me tomo las cosas. Es también lo que demuestra el grado de evolución que tengo como almita y de madurez como ser humano. En quien me aflige, no pienso más, sino enviarle amor. Solo está representando un papel para traerme luz en algún aspecto de mi ser que no había visto o del que no era consciente.

Hago un ejercicio de introspección y me pregunto qué hay en mí que proyecta eso que no me gusta. Es increíble lo revelador de esta técnica. Y lo mejor de todo, es que cuando me hago consciente de ello, todo encaja perfectamente y la situación se resuelve. La persona cambia totalmente. Pero el cambio no es desde afuera, exigiendo, cabreándonos, reclamando y apuntando con el dedo acusador. Si te sanas tú, elevas tu frecuencia y por ende, se resuelve todo hacia el mayor bien de todos los implicados.  Que sí, que la llave de todo está dentro de nosotros y no es un cliché por más usada que esté esta frase.

Todo lo que traes a tu conciencia, dándote cuenta de ello, te permite sanar. Comprendes qué hay en ti que ha atraído esta situación y las cosas se solucionan. La magia empieza dentro de uno mismo. El cambio es desde dentro de uno y todo lo externo, cambia por añadidura. Todo tiene una explicación aunque la desconozcamos con nuestra mente racional. Por ejemplo, si tienes una pareja que no se quiere comprometer, pregúntate si tú te comprometes contigo misma o si es a ti a la que no le gusta comprometerse. Qué situaciones en tu familia o infancia has vivido para pensar que no eres merecedora de que alguien se comprometa contigo. Ahí ya estás cambiando el foco de tu atención y poniendo cierta luz a la situación.

También es importante saber que una vez descubres qué es y la causa dentro de ti, entonces llega el momento del amor hacia uno mismo. De demostrar una profunda compasión hacia nosotros sin juicio alguno, tal y como lo haríamos con nuestros seres amados. Hemos obrado según lo que hemos vivido y aprendido. Haciéndonos conscientes de esto, cambiamos y mejoramos.

En cuanto veo a una persona que aún actúa desde la reacción y sin ningún tipo de conciencia, veo que la vida va a hacer con ellos lo que quiera, que no van a tener cierto nivel de responsabilidad sobre lo que los acontece y se van a perpetuar en el modo de existencia en el que se piensan que todos conspiran en su contra y no es así. Sí podemos cambiar las cosas. Sí somos poderosos. Para ello volvamos nuestra mirada hacia dentro. Desde allí, todo se puede cambiar. No seamos marionetas de lo que nos acontece, seamos creadores. Seamos conscientes. Sanemos. Cambiemos. Estamos aquí por alguna razón que aún nuestra mente lógica desconoce, pero de la que estoy completamente segura es de que tiene que ver con el amor.

 

Beatriz Casaus 2024 ©



viernes, 11 de octubre de 2024

Ser o estar, esa es la cuestión


 No te salves


No te salves

No te quedes inmóvil al borde del camino
No congeles el júbilo, no quieras con desgana
No te salves ahora ni nunca, no te salves
No te llenes de calma

No reserves del mundo solo un rincón tranquilo
No dejes caer los párpados pesados como juicios
No te quedes sin labios, no te duermas sin sueño
No te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo

Pero, si pese a todo no puedes evitarlo
Y congelas el júbilo y quieres con desgana
Y te salvas ahora y te llenas de calma

Y reservas del mundo solo un rincón tranquilo
Y dejas car los párpados pesados como juicios
Y te secas sin labios y te duermes sin sueño
Y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo
Y te quedas inmóvil al borde del camino y te salvas

Entonces
No te quedes conmigo


(Mario Benedetti)

 

Aquí estamos los pocos que hemos venido a romper moldes, prejuicios y estereotipos. Los que dudamos y lo clamamos en alto. Los que hablamos de nuestros miedos y mostramos nuestras inseguridades. Los que caminamos aunque esos miedos nos acompañen. Los que decimos lo que pensamos y nos mostramos tal como somos. Los que enseñamos nuestras emociones y vulnerabilidad. Planteamos cuestiones y sugerimos nuevas posibilidades. 

Siempre ha habido dos tipos de personas, los que hacen y los que observan lo que otros hacen.


Un caluroso abrazo a todos esos valientes.

 

Ser o estar, esa es la cuestión


Ser o estar.

Dos verbos que desde luego

no son lo mismo.

Hay gente que es

y hay que gente

que solo está.

Porque gente valiente hay poca.

Que digan lo que piensan,

lo que sienten,

con voz propia,

que se lancen,

que se mojen,

que tengan iniciativa,

con ganas de comprometerse

en cualquier ámbito,

que actúen según sus ideales

y valores.

Que sea auténtica,

natural,

transparente.

Hay miedo a sentir.

A darse.

A mostrarse.

Y yo me pregunto,

pero entonces,

¿para qué viven?

¿para qué estar

si no se es?

 

Beatriz Casaus 2024©



miércoles, 18 de septiembre de 2024

La orilla y el mar

 "En el atardecer de nuestras vidas, solo seremos examinados del amor" (San Juan de la Cruz)

 

Qué razón tenía Carl Gustav Jung cuando decía: “Lo que niegas te somete, lo que aceptas, te libera. Lo que resistes, persiste.” Dos semanas antes de cumplir 40 años, estaba acojonada. No dormía por las noches. Tenía como una especie de resistencia ante ese hecho. Y nunca me había pasado antes al cumplir años. Sin embargo, cuando llegó el día y vi que nada cambió, que por fin aceptas la realidad, te liberas. Dejas de resistirte y por lo tanto, pierde poder. Te liberas de lo que sueltas y te atas a lo que rechazas. 

Es más, resulta que me siento hasta más poderosa. No sé cómo explicarlo. De pronto, casi de forma mágica, tengo una sensación de poder dentro de mí que no puedo describir y sin embargo nadie me había hablado de eso y sí de todo lo malo que conlleva. Me he dejado llevar por pensamientos negativos asociados a la edad, por mentiras difamadas y creencias limitantes que nos han inculcado, sobre todo si eres mujer, y no es real. 

Yo acabo de aterrizar a esta década, tampoco sé tanto, pero os aseguro, sobre todo a las chicas, que se está genial a este lado, así que no tengáis miedo. Se siente increíblemente bien y sientes incluso más poder dentro de ti. 

Por eso quizá se intenta desprestigiar, porque no conviene saber que somos poderosos y más sabios a medida que vamos madurando. Siempre, lo mejor está por llegar y cada día de nuestras vidas es una nueva oportunidad. Doy gracias por cada día nada más levantarme y también las doy a lo largo del día por todo lo que tengo, me siento bendecida y afortunada de haber llegado hasta aquí. De que se me está dando este glorioso regalo llamado vida. Cada respiración es una bendición. 

Tuve la mejor celebración de cumpleaños que podía imaginar, acompañada de mi pareja y rodeada de muchos amigos. ¡Parecía una boda, jajajaja! No me cabe más agradecimiento en el pecho y mi corazón está lleno y cargado de cariño.

¡¡Un abracito y muchas sonrisas y alegrías para todos!!  


(Dejo por aquí el primer poema de mis 40, jejeje)


 

La orilla y el mar


Aliviarse

viéndote amanecer

en silencios eternos

quebrantados

de propósito.

 

Entre sombras

llego

a estas esquinas del mar

dentro de mí,

 

faltas

de aliento.  

 

Devuélveme

esa azul esperanza

que traen

tus sonrisas mojadas.

Némesis,

 

de sirenas.

 

Callada,

soy playa desierta

donde solo existe

la vulnerabilidad.

 

 

Se remueven

mis aguas internas,

turbias

y envenenadas

por pensamientos

calados

de suciedad.

 

Hay una fantasía soñada

en mi interior

conectada con la oscuridad

del océano.

 

Allí dentro,

no hay individualidad.

Solo una profundidad

estremecedora.

 

Todo lo oscuro

en realidad,

es profundo.

 

Meciéndome

sola

en el oleaje

de tu intermitencia.

 

Con lágrimas

disfrazadas de olas amargas

por caricias

a otro cuerpo

que no es ni el tuyo

ni el mío.

 

Es un esfuerzo combatirte

en tu sabor cruel a roca.

Donde las olas

y los corazones

se rompen

 

al chocar.

 

Amo ese cielo

que dejas a tu paso.

Esa estela que es guía, faro,

incluso,

un imán en los destellos

 

del agua.

 

Un sabio dijo:

Cuando dos almas

están destinadas

a encontrarse,


son como la orilla y el mar.

 

Comparten

el destino final de sus límites.

Naciendo

en un bucle infinito

del mismo

 

amor.

 

Beatriz Casaus 2024 ©






miércoles, 11 de septiembre de 2024

Enamorarse también está dentro de ti

“Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse, como a una ventana llena de sol.” (Federico García Lorca)

“Conectar sin buscarlo, es lo más parecido al infinito.” (Rubio José)

“I feel like a part of my soul has loved you since the beginning of everything. Maybe we´re from the same star.” (Emery Allen)

“I feel there is nothing more truly artistic than to love people.” (Vicent Van Gogh)

 

Esto lo escribí hace tiempo, pero siento que es atemporal y que siempre estará vigente. ¿Quién no se ha enamorado alguna vez? Todos nos hemos sentido identificados con esa sensación mágica que de pronto todo lo inunda. Enamorarse y sobre todo a una cierta edad, es descubrirte a ti mismo que no estás muerto. Pero lo que de verdad empodera y te devuelve a tu centro es saber que los sentimientos que te despiertan los demás en ti, no forma parte de ellos, sino de ti mismo. 

Si eres tú quien los sientes, celébrate a ti y al amor que hay en ti que es capaz de sentir eso. Tú eres el que llevas el amor dentro de ti. Siéntete orgulloso por la capacidad de sentir y de sentir de ese modo tan bonito. Porque eso sale de ti, no del otro. 

Un abracito.

 

Me gustas


Me gustas.

Me gusta la idea de saber que existes.

Me gusta que me inspires.

Me gusta que seas tú.

Me gusta que estés aunque no estás.

Más allá de que pase algo entre nosotros o no, eso da igual.

Me da paz que estés en este mismo tiempo y espacio.

¡Qué privilegio coincidir!

Me gusta más el mundo ahora.

Me gustas, aunque yo no te guste.

No tiene que ver conmigo.

Tiene que ver con la idea de que pensarte es un placer.

Me gustas, porque me gusta quien soy gustándome tú.

Y eso me gusta.

Me gusta saber que me guste alguien como tú.

 

Beatriz Casaus 2024 ©




jueves, 18 de julio de 2024

Ser espiritual en un mundo como este

 “Sé realista, planea un milagro” (Osho)


 En el mundillo espiritual, te encuentras mucha gente que va de “iluminada”. Como si estuvieran en otro nivel de evolución y miran por encima del hombro a los demás. Eso es ego, ego espiritual al fin y al cabo. Se creen perfectos y viven alejados del mundo. Piensan sus ideas, pero no las viven. Y estamos aquí para vivir, no para pensar solo.

Y la espiritualidad no es algo abstracto.

Es aquí, con el vecino gruñón, con el compañero insoportable, cuando te pitan con el coche, en el tráfico cuando tienes prisa, con la pareja egoísta, con los hijos desagradecidos, con la amiga envidiosa.

Es ser amable con todos, incluso con los que no te caen bien. Eso es una manifestación del amor incondicional. A mí cuando alguien no me gusta, le digo mentalmente: “Gracias por dejarme practicar contigo lo que es el amor incondicional. Te amo.” Y lo repito mucho, hasta que me sale verdadero amor hacia esa persona e incluso las situaciones se revierten en positivo.

Es tratar bien aunque estés teniendo un mal día. Nadie tiene la culpa de eso.

Es ayudar, dar las gracias, aprender de todo. La espiritualidad no es teoría, es una práctica diaria.

Es elevar el estado de conciencia, dando un significado a todas las experiencias, las malas incluidas.

Es aceptar tu sombra, es sacar a la luz tus partes oscuras para aceptarlas. Es abrazar tus errores, es pedir perdón. Es perdonar.

Es amarte y poner límites. Es aceptarte con tus michelines y tus canas y tu mala leche matutina. Es permitirte ser tú mismo.

Es elegir ser alegre y dar alegría. Ser un apoyo a los demás. Escuchar y comprender. 

Es intentar no enjuiciar. Estar atento a los juicios que emites y corregirlos, porque encarcelan.

Es disfrutar de los placeres sensoriales pero no apegarse a ellos. Ser agradecido por vivirlos.

La espiritualidad es investigar, claro. Descubrir quién eres, escuchar nuestra intuición.

Es tener intenciones puras y alimentarse de pensamientos positivos. 

Preferir hacer una respiración antes que perder los papeles. Es aprender a controlarse.

Es traer el cielo a la tierra. Es hacer sagrado lo cotidiano.

Esa es la verdadera prueba. El desafío de vivir en este videojuego. Con todo lo que ello conlleva.

El dolor y la gloria que está asociado a ello y que cada experiencia nos ofrece.

Estamos en el máster del universo. Nadie dijo que fuera fácil, pero al menos lo estamos intentando y hacemos lo que podemos. Seamos buenos con nosotros mismos y démonos mucho cariño. Porque es complicado, sinceramente. 

Somos imperfectos como humanos, pero dentro de nosotros mora la inmortalidad. La perfección. La esencia divina, nuestra verdadera naturaleza.


Beatriz Casaus 2024 ©


(Os dejo con una canción  muy"happy" como me gusta a mí llamarlas, jeje, que se titula: "Feels this good". Cuando se está bien por dentro, uno se siente muy bien, como el título de la canción. Y de eso se trata también la espiritualidad, de bailar, reír y pasarlo bien)







martes, 28 de mayo de 2024

El triunfo de la luz

Cuando me preguntan incrédulos que por qué sigo teniendo esperanza en el futuro y en los seres humanos, recuerdo entre otras cosas, esto: 

El pasado once de mayo se produjo un fenómeno absolutamente sorprendente, y no solo para el campo de la ciencia, sino para cualquier persona de a pie que pudo comprobar con sus propios ojos, cómo se producían auroras boreales en sitios tan inesperados como pueden ser zonas de España como Granada, Galicia, Cataluña, u otras zonas de México, América o Europa donde no se suelen dar.

Ese hecho inverosímil fue causado por una fortísima tormenta solar de la que incluso la NASA nos había alertado sobre sus efectos.

Las pasadas tres últimas semanas, hemos tenido tormentas solares como no se había visto en los últimos once años. La astrofísica cataloga los ciclos solares en períodos de once años y cada vez estos ciclos están siendo mucho más potentes. Normalmente, las llamaradas que se producen en el sol a las que estamos acostumbrados, son de término medio, es decir, las denominadas como “llamaradas M” en la nomenclatura científica, que son altas, pero no tan altas como a las que nos hemos visto afectados estos días.

En estos once años, se producían tormentas una vez cada tres meses. Pero desde el 19 de junio de 2023, las hemos tenido todos los días de forma ininterrumpida. En las últimas dos semanas hemos llegado a tener las más altas registradas, las llamadas “llamaradas X”,  pero es que incluso, en los últimos días, ¡hemos tenido las “llamaradas X.8”! que es el doble o el siguiente nivel, por decirlo de algún modo.

Con esa tormenta geomagnética del once de mayo y que duró setenta y dos horas, se rompieron todos los récords. Los índices magnéticos sobrepasaron todas las escalas. En la actual escala de índice magnético, el nueve era el máximo registrado, pero hemos llegado a tener más de once. Esto significa que el nivel de las llamaradas era altísimo. Los científicos esperaban que el gran pico del actual ciclo solar sucediera en 2025 pero sin embargo se está llevando a cabo ahora.

Este hecho se traduce como una especie de tsunami de energía fotónica y electromagnética fortísima. Y afecta directamente en nuestros cuerpos físicos así como al de todos los seres vivos de la superficie terrestre.

Del mismo modo, la resonancia “Shumann”, que es la energía electromagnética que queda en las capas altas de la atmósfera y la superficie terrestre, registró también su máximo el 19 de junio del pasado año 2023. Alcanzó nada más ni nada menos que 90 Hz. Y teniendo en cuenta que lo normal es 7.8 Hz, estamos hablando de casi más de cien veces lo normal. 

Los seres humanos, somos una gran red de energía pura y por supuesto que estos fenómenos nos influyen directamente, aunque no se hable de ello de forma oficial. Todo este raudal de energía influye en nosotros y en todos los seres vivos. Lo hace en concreto en nuestro sistema nervioso y en nuestro sistema energético. El sistema energético, por cierto, es el que ha sido estudiado por tantas culturas ancestrales. Como por ejemplo la medicina tradicional china, que se basa en los meridianos energéticos o en la medicina tradicional india, (el Ayurveda) con el estudio de los “nadis”.

A su vez, o quizá debido a esto, el sol central de la galaxia, conocido como “Alycone” en la cultura maya, está teniendo su máxima potencia y actividad, y los otros soles de los demás sistemas solares de nuestra galaxia, lo replican en cierto modo. Se están proyectando como si fueran una réplica de ese sol central. 

Todo este fenómeno se puede entender en un nivel más profundo, como una especie de evolución del universo. Es un momento trascendente para nuestra evolución, como si fuera un proceso de iluminación de la consciencia o una ayuda extra que está siendo enviada para la elevación de las mismas. Aunque no todos lo verán así o lo percibirán de ese modo. Todo esto puede sonar a ciencia ficción para la gran mayoría que vive ajena a los temas más allá de la materia, pero tengo la esperanza de que, al menos los lectores de este blog tengan como poco la mente abierta  y algunos sé de forma certera que son personas espirituales que saben de lo que estoy hablando y con quienes no me tengo que justificar. 

Este tsunami de luz lo inunda todo. Iluminando todo. Sobre todo en estos tiempos de guerras y de oscuridad en el que nos encontramos inmersos como humanidad. El hecho de que esté llegando tal cantidad de luz, es un símbolo de esperanza y una especie de señal para llenarnos de fe. Porque la luz, como el amor, es la única fuerza capaz de todo y de vencer a la oscuridad. Yo sí tengo esperanza en el futuro. Yo sí creo que el futuro es resplandeciente y que lo mejor está por llegar. 

 Un abrazo. 


Beatriz Casaus 2024 ©



viernes, 10 de mayo de 2024

La acertada convicción de no creerse mejor que nadie


 

Casiopea y Cefeo, el rey de Etiopía, estaban casados y tuvieron a una hija, Andrómeda. Casiopea era bastante creída y se jactaba de que ella y su hija eran más bellas que las Nereidas, las ninfas marinas hijas de Poseidón. Ello provocó la ira de este, quien inundó el país y envió al monstruo Cetus para acabar con toda la población. Encadenaron a Andrómeda a unas rocas como sacrificio al monstruo, pero Perseo, quien venía de decapitar a Medusa, al verle allí atada se enamoró de ella y mató a Cetus. Poseidón, nada contento con esto, castigó a Casiopea a permanecer atada a una silla en el cielo con la cabeza boca abajo para siempre.

Esta historia de la mitología griega refleja cómo la soberbia, arrogancia y chulería de Casiopea, fueron capaces de desatar toda una serie de catástrofes, incluida la suya propia. 

En mi vida me he encontrado con varias personas así y a diferencia de esta historia, las cosas parecen irles mejor que a las personas que son humildes, modestas, y que no van de nada, que son sencillas, vaya. Sin embargo, tal y como bien enseña este mito, al final, ellos mismos se caerán por su propio peso. Es una equivocación actuar y pensar de ese modo. Solo traerá un cúmulo de errores a la vida de la persona que los alberga. Las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana, y el que hoy está arriba, mañana puede estar abajo y viceversa. Esto aplica a cualquier aspecto. 

Valorar lo que nos hace distintos de los otros es maravilloso, pero siempre desde la perspectiva de que todos tenemos algo único y especial que aportar, sin vanagloriarse.

Las personas más grandes y sabias suelen ser humildes de corazón. Hay que valorar la humildad e igualdad por encima de todo. Aquí todos somos iguales y absolutamente nadie vale más ni es mejor que otro. Dan exactamente igual las condiciones físicas, económicas, sociales o la tontuna que sea por la que alguien se puede sentir superior a otro.

Teniendo esto como estandarte, las cosas siempre irán bien tarde o temprano, por lo menos las internas, que es desde donde vemos el mundo. Y se vive con más paz y autenticidad, que es lo importante.

Venga, ¡Feliz fin de semana!




jueves, 9 de mayo de 2024

De qué va todo esto

“La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa. Tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.” (Walt Whitman)

 

El otro día me preguntó una amiga que de dónde saco la inspiración para escribir. Le contesté que no lo sé. Esa es la verdad. Realmente vivo en un universo imaginario y paralelo, el mío propio y lo sencillo para mí es escribirlo, porque es como mi lenguaje natural.

Mi estado original es como si me hubieran rociado con polvo de hadas. Vivo en un permanente estado de enamoramiento, enamorada de la vida y de todo. Las cosas me parecen bellas, sublimes y en ocasiones inabarcables.

Permanezco asentada en una nube permanente. Por lo tanto lo único sólido para mí son las nubes. Es mi hábitat y mi campo de visión. Matizado, eso sí, con una paleta etérea de múltiples colores donde los grises no tienen cabida.

Las palabras me llegan en cataratas de susurros, donde de pronto la magia me invade y me pongo a escupir lo que siento. No hay truco. Es mi forma de ser. Es como el que es cantante, que se pasa el día cantando y entonando.

A veces mis manos no son tan rápidas como mi mente y eso me frustra. El universo mental es mucho más instantáneo. Si lo piensas, existe en ti, mientras que en el universo material tarda más en manifestarse. Lo difícil de las palabras es abarcar lo inefable y para eso estamos aquí sus amantes. O al menos lo intentamos. 

Al mismo tiempo, debido a ese carácter alcista, las decepciones son asiduas a mi existencia. Me caigo mucho pero me vuelvo a levantar como si reiniciara otra vez todo. Caer y vuelta a empezar. Es mi forma de reiniciarme, resetearme y de volverme a inventar. Como decía Fito y los Fitipaldis en su canción “Acabo de llegar”: “Dejadme nacer, que me tengo que inventar”.

 

De qué va todo esto


Cuál es nuestro destino,

cuál es nuestra razón del sufrimiento.

 

Lancé al infinito las preguntas

y obtuve por respuesta un eco inseguro

que se repetía a sí mismo.

 

Quizás aprender se trate de eso,

lanzar preguntas para obtener por respuestas

las mismas preguntas.

 

La serpiente que se muerde la cola

en un ciclo permanente de confusión.

 

Ni siquiera las respuestas pueden abarcarlo todo.

 

Y a mí ya se me acumulan.

 

 

Beatriz Casaus 2024 ©

 

 

 




lunes, 29 de abril de 2024

El cambio comienza en uno mismo

“Todo el mundo es un genio, pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil.”

 


Cada vez que me doy cuenta de que me estoy hablando mal, inmediatamente intento frenar ese diálogo interno y recordar la imagen de mí misma de cuando era un bebé.

Nunca le hablaría mal ni a ese bebé ni a ningún niño. Por lo tanto, si me hablo mal a mí, le estoy hablando mal a ese bebé, porque soy la misma persona aunque unos cuantos (muchos) años después, jiji.

No debemos hablarnos mal ni auto flagelarnos pues nunca lo haríamos con ese bebé que fuimos. Este pensamiento trae paz inmediata. Es instantáneo y muy efectivo.

Hay que recordar siempre y repetirse como un mantra pero integrándolo de forma genuina, que ocurra lo que ocurra, me trataré bien y que en nuestro interior, siempre habrá paz.

Cada uno de nosotros somos lo más importante de nuestras vidas. No hablarnos mal y no juzgarnos es el comienzo de una práctica bondadosa hacia nosotros.

El hablarse bien es una muestra de amor, tal y como lo hacemos con los demás. Hay que hacernos responsables de ello, pues nos otorga poder y nos saca del victimismo.

El mismo amor que vamos a compartir es el que debemos utilizar para con nosotros primero. Ya todos sabemos que de donde no hay, no se puede sacar.

Seamos buenos con nosotros mismos como lo seríamos con la persona a la que más queremos. No nos hagamos más auto sabotajes. Podemos ser nuestro mayor enemigo y los únicos que nos marcamos límites a nosotros mismos. Dejemos de autocriticarnos tanto. Yo como buena Virgo, tengo la necesidad de aprender a no hacerlo. Pero me esfuerzo en conseguirlo.

En el momento en que me di cuenta de este hecho, el amor hacia mí misma se desarrolló. No todos nos amamos desde que nos conocemos, algunos lo hemos ido aprendiendo por el camino. A mí, en particular me ha llevado toda una vida aprenderlo, por eso me gusta cumplir años. Porque cada año aprendo a amarme y a amar mejor a los demás.

Las únicas limitaciones son nuestras creencias sobre nosotros mismos y a veces, somos como ese elefante que sigue atado a un palito pensando que no puede moverse de allí, porque de pequeño le ataron y no podía moverse, y se cree que ya de mayor no es suficiente fuerte como para romperlo. Aún no se ha dado cuenta de su verdadera fuerza y poder.

Por si le sirve a alguien, yo me suelo repetir la siguiente frase: “Que yo esté bien, que yo esté feliz y que yo esté en paz”. Esta frase es sacada de una historia que le contó Buda a sus discípulos y que voy a contar ahora.

Se trata de “la práctica de la Bondad amorosa”, basada en cuidar y amar, comenzando con uno mismo. Nos ayuda a practicar el amor incondicional activamente a todos los seres, empezando, repito, por uno mismo.

En una ocasión, Buda mandó a sus discípulos a meditar en el bosque, pero cuando sus discípulos fueron, había allí espíritus que les molestaban y no conseguían meditar. Cuando volvieron, le contaron a Buda lo que les había pasado y que tenían miedo. Buda les enseñó que cuando fueran molestados, les dijeran la siguiente frase: “Que estéis bien, que estés felices y que estéis en paz”. Así que los discípulos hicieron tal y como les había dicho el Buda y desde entonces, aquellos espíritus les ayudaban e incluso desarrollaron una relación amistosa con ellos. La situación se había solucionado.

 Esta práctica se puede realizar tanto con personas difíciles, como con nosotros mismos. No hace falta verbalizarlo en alto, se puede decir mentalmente, y el resultado es automático.

Se trata de una práctica que he aprendido en el precioso curso que he realizado de “Acompañamiento en paliativos” y que me ha servido de mucho a todos los niveles. He aprendido una barbaridad y me ha hecho muy feliz. Lo he disfrutado muchísimo.

Así que, tal y como dice la famosa frase “si tú cambias todo cambia”, el tratarse bien a uno mismo, es el inicio de ese cambio.

Que haya paz, felicidad y amor en todos :) ¡Abrazón!

 

Beatriz Casaus 2024 ©

 


lunes, 22 de abril de 2024

Los amigos son medicina para el alma

“La amistad es la joya más preciada en el cofre de las relaciones humanas, tenerla es un privilegio.” (Jess. C. Scott)

“La amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas”. (Aristóteles)

He pasado un fin de semana increíble y divertidísimo con amigos. Uno de mis mejores amigos que vive en Milán, ha venido a visitarme y hemos sido muy felices pasando tiempo juntos y de calidad. Cada vez que nos vemos, nos morimos de la risa y las carcajadas están aseguradas. Casi no he dormido nada, pero ha merecido la pena. Lo hemos pasado genial todos los que nos hemos juntado. Sin duda, he ganado años de vida. 

Poco se habla de la amistad, así en general. Para mí forma parte de uno de los pilares de mi vida, está entre mis valores personales y le doy mucha importancia. Se da todo el enfoque y la atención a la pareja y a los hijos, pero no a las amistades, que están infravaloradas.

Las verdaderas amistades, son uno de los focos de felicidad más importantes que existen. Compartir la vida con amigos, es uno de los mayores placeres de la vida. Los buenos amigos favorecen incluso a la salud y la alegría en el alma. La lealtad, el apoyo mutuo, el respeto, la tolerancia, el no juicio, cultivar todo esto nos hace mejores. Es otra de las manifestaciones del amor.

Regalarse conversaciones, risas, escuchar y ser escuchado, ofrecerse apoyo incondicional, todo esto crea vínculos fuertes que nos hacen sentirnos bien y satisfechos.

Lo más importante son las personas a las que amamos, el amor que ofrecemos y recibimos y en ese círculo, entran los amigos de verdad. La familia que se elige. 

Aquellos que defienden tu nombre cuando no estás. Los que te quieren y te lo demuestran. Los que están contigo en los buenos y en los malos momentos. Esa es la verdadera riqueza.

Beatriz Casaus 2024 ©



martes, 12 de marzo de 2024

Escuchar, como súper poder

“Me aparto de la gente que considera a la insolencia valor, y cobardía a la ternura. Y también me aparto de aquellos que consideran charlatanería a la sabiduría, e ignorancia al silencio.” (Khalil Gibrán)


Hace mucha falta que las personas seamos escuchadas, comprendidas y apoyadas. Sobre todo, en estos tiempos de individualismo atroz en el que estamos inmersos.

Hemos aprendido a ir a lo nuestro y a desentendernos del sufrimiento ajeno. Solo nos interesa lo bueno y nos apartamos del dolor. Vivimos en un mundo donde el hedonismo se ha vuelto parte importante de nuestro día a día, porque es muy fácil conseguir placer instantáneo.

Las cosas se pueden conseguir de forma fácil. Vivimos en la era de la rapidez y lo efímero. Lo que queremos, lo conseguimos enseguida. Solo está a un clic de distancia de nosotros, a través de una aplicación de móvil. Ya sea comida, cualquier dispositivo u objeto que necesitemos o incluso, una noche de pasión. Pero al igual que lo conseguimos nos olvidamos de ello rápidamente. La dopamina es la droga más consumida.  Pero con ello, las cosas pierden valor y sentido. Y sobre todo, estamos más lejos los unos de los otros. La verdadera epidemia que asola al primer mundo ahora es la soledad.

Me suele pasar que algunas personas acuden a mí cuando están mal para buscar consuelo y ayuda. Y entonces sé, que lo único que necesitan es que alguien los escuche. No solo hablar, como comúnmente me piden. Pues la mayor parte del tiempo permanezco callada, escuchando simplemente.

Este hecho significa mucho para mí porque es en realidad un gran regalo. Una oportunidad valiosa de poder ayudar de forma concreta a alguien, así que presto toda mi atención y escucho activa y atentamente. Quizá si supieran el caos que yo también albergo, no se dirigirían a mí para ello. Aunque en realidad todos libramos nuestras propias batallas internas y quien no las libre, o miente, o pasará sin pena ni gloria por esta existencia. Pues es una forma directa de aprender y de mejorar en todos los sentidos.

Eso sí, nunca doy consejos. ¿Quién tiene la potestad para darlos? ¿Quién en su sano juicio se cree que puede sentar cátedra ante la vida de otra persona? No tengo los sentimientos, vivencias exactas y momento experiencial específico por el que una persona está atravesando. Lo máximo a lo que me atrevo es a contar lo que a mí me funciona, por si suena la flauta y también le puede servir a quien me escucha y por sobre todo, mostrarle todo mi apoyo. Me suelen decir que "les doy paz" y ese, es uno de los mejores piropos que alguien puede utilizar hacia otra persona. 

Escuchar es sumamente importante y necesario. Arregla muchas situaciones por simple que parezca. La mayoría de las personas solo necesitan verbalizar lo que les sucede y desahogarse, que alguien les preste atención por un momento. Ese solo hecho, propicia que se sientan bien de forma inmediata. Ser comprendido por el otro, da sanación emocional.

Es un absoluto honor que alguien deposite su confianza y acuda a mí. Que se muestren vulnerables conmigo, es un auténtico privilegio que valoro y cuido como oro en paño. No hay nada más bonito, ni más humano. La maravillosa Madre Teresa de Calcuta, por la que tengo una inmensa admiración y es una de mis fuentes de inspiración, decía una frase que a mí me gusta llevar a la práctica: “Si no vives para servir, no sirves para vivir”.

En ocasiones me hace plantearme seriamente si debiera ser psicóloga, porque a veces no doy abasto con las solicitudes de ayuda… Creo que escuchar es uno de mis superpoderes. ¿Cuál crees que es el tuyo? Cuando usamos nuestros dones para beneficio y servicio de los demás, hacemos de este mundo, un sitio mejor.

Un abracito y gracias por escucharme a mí en este espacio. Menudas chapas os meto, jeje. Soy tremendamente afortunada.

 

Beatriz Casaus 2024 ©



miércoles, 7 de febrero de 2024

Contradicciones

“Voy a decirte algo; los pensamientos nunca son honestos. Las emociones, sí.” (Albert Camus)



Contradicciones

 

He dicho cosas que pensé que nunca diría.

He hecho cosas que pensé que nunca haría.

He perdonado cosas,

que pensé que nunca perdonaría.

He soportado cosas que pensé

que nunca soportaría.

He pedido perdón por cosas

que pensé que nunca,

hubiera tenido la necesidad de pedir perdón.

 

Mi caos y mi orden,

mi fantasía y mi lucidez,

mi dignidad y mi vergüenza,

mi miedo y mi valor,

mi amor y mi desamor,

mi creatividad y mi aburrimiento,

conviven en el mismo espacio interno

donde coexisten juntos

a veces en armonía,

y a veces, no.

 

Gracias a esas contradicciones

y a mis fieles dicotomías,

aprendo de las diferentes aristas

de las realidades que me muestran.

 Pues todo es un continuo aprendizaje,

una bendición

y una oportunidad para perdonar.

Primero a nosotros mismos

y después, a los demás.

 

Nadie exento de perdonar ni de ser perdonado.

Todos nos equivocamos todos los días.

 

No juzgar, debería ser trending topic.

Ni a nosotros,

Ni a los demás.

 

Ser humano,

es personificar la dualidad.

 

Beatriz Casaus 2024 ©





lunes, 22 de enero de 2024

Enero

 

“Maybe…you´ll fall in love with me all over again.” (Ernest Hemingway)


Este fin de semana he estado de viaje con mi pareja para celebrar su cumpleaños, por eso no he podido hasta ahora colgar este poema que he escrito para él. Vamos camino de 12 añitos de amor, qué afortunada soy... 

Un abrazo.


Enero

 

Me llevo mi amor a todos lados,

a todos los mundos si es necesario.

Nada queda libre en mí

si no es por amor al amor.

 

Soy adalid de un sentimiento

edificado dentro de mis muros.

Más fuerte que una montaña de mar.

Intocable y encomiado al vacío

de saltar a tus brazos.

Y más, que un instante cortado

con una pluma del alma.

 

El agua se ha llevado la fresca indulgencia

y ha dejado los sedimentos

de lealtad y apreciación mutua.

 

Él nació en pleno invierno

y yo aprendí a vivir dentro de su frío.

Nosotros, somos verano juntos.

El primero y el último mes el uno del otro.

 

Hemos expiado las ruinas

que otros nos dejaron.

Nos queda la resaca del amor celebrado

sin necesidad de un matrimonio

que lo estropee.

Es la manera de vivir amando

la que hemos elegido.

Pocos se atreven a tan grande desafío

y perder la costumbre

de amarse solo a uno mismo.

 

Nací con un corazón pequeño

que se me ha ido ensanchando

con los años de amor.

La mano con la que te acaricio

es la misma que escribe tus logros a mi lado.

La que pernocta sin descanso

para escribir el infinito azul.

 

Eres el sol de enero.

El ocaso nos recuerda

que nos queda otro año por delante

para disfrutarnos.

 

Llegaremos a mirar el vuelo del viento

desde el hueco de estos zapatos,

caminando hacia la luz

que anidan los versos

y se viven los latidos

compartidos.


El amor, es la verdadera palabra mágica,

es el “abracadabra” de la realidad.

 

Beatriz Casaus 2024 ©